Una campaña agrícola “insalvable”

La crisis de precios generalizada que condiciona en la actualidad la renta de los productores y “machaca a los consumidores”, señalan desde Coag, unida a la falta de control sobre las exportaciones de terceros países, como Marruecos, Polonia y Holanda, y los márgenes comerciales abusivos son, en opinión de las coordinadoras agrarias, “la causa de una situación que, lejos de ser puntual, se ha convertido en la tónica habitual desde hace ya varios años”.

Trabajador agrícolaEn este sentido, los agricultores de la localidad “subsisten” intentando hacer frente a una situación que, para la mayoría, “es ya insostenible” y que, en palabras de Miguel López, secretario general de Coag a nivel nacional, “podría encontrar cierto alivio si se controlaran más las exportaciones, manteniendo el principio de preferencia comunitaria y estableciendo unos precios de entrada y unas cláusulas de salvaguardia para garantizar el bienestar social de los productores”.

En Águilas, esta competencia desleal ha afectado tanto a las plantaciones de tomate como a las de lechuga, principales productos agrícolas de la zona.

En este sentido, tanto los presidentes de Coag como de Asaja, Joaquín Roldán y José Martínez respectivamente, aseguran que “los precios del tomate continúan en picado y, únicamente, en la lechuga hemos apreciado un ligero aumento en los precios esta semana” aunque, puntualizan, se trata de una subida que no puede calificarse de recuperación ya que es la consecuencia lógica de la escasez de producto, pues la campaña de lechuga está tocando su fin.

En definitiva, un balance, el de la campaña de invernadero, nefasto; cuyas consecuencias afectan no solo al sector agrícola, sino al conjunto de la economía local, que se ve fuertemente perjudicado por el hecho de que el que es el pilar fundamental de la economía aguileña no deje de tambalearse. “Este año no nos salva ni la Macarena”, lamenta Joaquín Roldán, al tiempo que augura un mal futuro para este sector.

Otro de los aspectos que más indignación provoca entre los agricultores de la localidad son los abusivos márgenes comerciales que se aplican sobre los productos agrícolas. “No es admisible que en el campo estemos vendiendo los tomates a 0,20 céntimos y en los supermercados los compradores estén pagando por ellos 1,80”, asegura desde Asaja, José Martínez.

El futuro
En cuanto al futuro del campo en Águilas, desde Coag aseguran que “aunque aún es pronto para hacer un pronóstico, ya que hasta septiembre no se volverá a plantar, las expectativas, lógicamente, no son buenas”.

Joaquín Roldán señala que hablar de un paro productivo de un año, tal y como apuntaba la pasada semana el secretario general de Coag en el transcurso de un Consejo celebrado en Almería, “es algo excesivo, al menos en lo que respecta a la lechuga, pero lo que sí está claro es que quien se decida a plantar en la próxima campaña reducirá mucho la extensión de sus cultivos”.

Por su parte, José Martínez, añade que “todos los años se va retirando gente sobre todo aquella que medio ha ganado algo; sin embargo, para el agricultor que tiene deudas acumuladas es imposible abandonar ya que, entonces, ¿cómo paga?. Se tiene que arriesgar, volver a probar suerte y, desgraciadamente, tal y como van las cosas termina con la soga aún más apretada”.

Lo cierto es que, ante una situación como la que se vive actualmente, “el agricultor que no trabaja ganas más o, al menos, pierde menos”, apostillan desde Coag, aunque lo ideal sería encontrar la clave para que la agricultura siga viva en Águilas.

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