OPINIÓN: «No más brecha salarial de género»

Por Amparo Andrada, delegada de SATSE Murcia en el Hospital Virgen de la Arrixaca

Existe una discriminación poco conocida y reconocida en nuestros días. Podríamos afirmar, incluso, que se mantiene oculta de manera interesada por ciertos estamentos de la sociedad a los que no les interesa que sea visible. Y es que si reconocen su existencia deberían tomar medidas para acabar con ella.

Sí, la brecha salarial de género en nuestro colectivo existe. Una diferencia en nuestro reconocimiento retributivo por el hecho de ser mujer que se viene manteniendo desde el inicio de nuestra actividad como profesión regulada.

Una realidad que se produce por distintas razones conocidas por el conjunto de administraciones públicas, y que tienen un denominador común, la falta de políticas y estrategias públicas con enfoque de género en el Sistema Nacional de Salud (SNS).

¿Por qué existe brecha salarial de género? La primera circunstancia constatada por distintos informes y estudios es que las mujeres ingresamos menos dinero al ocupar trabajos a tiempo parcial y asumir cargas fuera del ámbito laboral en mayor porcentaje que los hombres.

En muchas ocasiones, las mujeres reducimos nuestra jornada para hacer frente al trabajo no remunerado del cuidado de nuestras familias. Del total de reducciones de jornadas solicitadas, el 93,3% son de mujeres frente al 6,7% de hombres, especialmente a raíz de la maternidad.

También solicitamos excedencias para el cuidado de hijas/os (el 86,9% del total que se piden son de mujeres mientras que el 13,1% son de hombres) y otros permisos vinculados al salario, como las excedencias por cuidado de familiares (del total, un 74,9% son de mujeres y un 25,1% de hombres).

Dado que las administraciones y las empresas privadas restringen las ayudas y posibilidades de conciliar porque entienden que el sanitario es un sector con condiciones especiales, las mujeres no encontramos otra salida que “recortar” jornadas. Algo que afecta a los salarios presentes, pero también a las pensiones futuras que caen de media cerca de 500 euros al mes.

También hay que tener en cuenta que las enfermeras tenemos menos posibilidades de obtener empleos de mayor nivel y puestos de liderazgo que conllevan salarios más altos.  Según el Ministerio de Sanidad, las enfermeras en puestos de gestión son menos que los hombres (4,8% de líderes hombres frente a 3,4% de mujeres) a pesar de que somos seis veces más mujeres que hombres.

Otro condicionante importante es que la mayor parte de las profesiones feminizadas, como es la nuestra, ingresan menos dinero que las masculinizadas, al realizar trabajos socialmente menos valorados. Se sigue asociando nuestro trabajo a la dedicación, la vocación y la entrega, características entendidas como la “antítesis del dinero”. Por ello, estas profesiones están peor remuneradas.

Conscientes y preocupadas por esta realidad, celebramos este año el Día Internacional de la Mujer con un mensaje claro a las administraciones, empresas privadas y responsables públicos. Queremos un trato justo. Somos iguales en derechos y no podemos permitir una brecha salarial que nos oprime y nos aleja de la realidad social.

Es incuestionable que hay que actuar sobre las dificultades para conciliar la vida laboral, personal y familiar en el ámbito sanitario y que se favorezca una conciliación corresponsable de hombres y mujeres con permisos, horarios flexibles y apoyo laboral.

Es por lo que desde SATSE proponemos actuaciones tan necesarias como garantizar la participación paritaria en todos los ámbitos y niveles de las organizaciones sanitarias con una representación de, al menos, el 60% de mujeres, y adaptarnos así a la proporción real de género en los colectivos sanitaros.

También reclamamos oportunidades de promoción y crecimiento profesional adaptadas al ciclo vital; estabilidad y racionalización en la planificación de la jornada laboral, con conocimiento de esta con suficiente antelación, y acotar y limitar las necesidades de servicio o situaciones especiales que se dan en cuanto a jornada y permisos.

Resulta necesario penalizar a las gerencias que no desarrollen políticas de igualdad y que se generalicen políticas de trabajo flexibles que respeten la conciliación, los permisos y licencias, el descanso entre turnos y la desconexión digital. Se debe garantizar, además, una remuneración justa y adecuada a la formación, habilidades y responsabilidades de nuestra profesión.

Estas y otras muchas medidas que venimos trasladando y reclamando en los diferentes órganos y mesas de negociación son pasos necesarios para avanzar hacia la meta que debemos alcanzar todas y todos, la igualdad real. Siempre y en todas las circunstancias.

 

 

Esta web utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de usuario. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pincha el enlace para más información.

ACEPTAR
Aviso de cookies