Comunicado de prensa del Grupo Mixto
El portavoz del Grupo Mixto y presidente del MASd, Pedro Gil, ha remitido un comunicado de prensa el cual transcribimos a continuación:
Durante el pasado fin de semana, el director de Tele Peñón, Antonio Santiago, estuvo haciendo comentarios falsos sobre mi persona en el programa del que es presentador, “La Petaca”. Considero que sus declaraciones son fruto de una confusión y no producto de la mala fe. El señor Santiago sostiene que me contradigo al declarar ante el fiscal que siempre he votado en contra de la Zerrichera, cuando en varias entrevistas he señalado que no podemos negarnos al desarrollo, refiriéndome al progreso en general y no a este caso concreto. Explicando los motivos de mi salida del PSOE, en varias ocasiones he dicho que en el Pleno en el que se votó la recalificación de esta zona habíamos decidido mayoritariamente abstenernos, no porque estuviéramos a favor, ni mucho menos, sino porque no había un criterio de voto.
Desde Murcia nos decían que votáramos que “no” a todo por norma y eso no es coherente ni justo para el desarrollo de Águilas. Somos los aguileños quienes tenemos que decidir nuestro futuro y no depender de lo que nos digan desde fuera. Las actas de las comisiones y de los Plenos están en el Ayuntamiento, son públicas y están a disposición de todos los ciudadanos que quieran consultarlas. Eso es lo que importa y esa es la verdad. Además, al Pleno de la aprobación de este convenio no asistí por motivos más que justificados.
No tengo nada en contra de Antonio Santiago como persona, pero no estoy dispuesto a aguantar más infamias. Llevo diez años soportando sus envites y ya está bien. Todo lo que este señor ha dicho sobre mí es mentira y la prueba está en que el juez me dio la razón a mí en las dos ocasiones en las que fuimos a juicio. En la primera de ellas, interpuse una demanda incidental de protección al honor contra don Antonio Santiago Utrera y la gané. Adjuntamos copia de la sentencia, fechada el 7 de abril del 2000.
Él entonces interpuso otra contra mi mujer y contra mí. Me acusó de diferentes delitos y tras investigarme el juez me absolvió de todas sus acusaciones. Adjuntamos también los documentos, con fecha del 28 de junio del 2006. O sea, que no soy nada de lo que él decía. Ni ladrón, ni aprovechado, ni mentiroso, nada de eso. Y la sentencia es contundente. Han investigado y no han encontrado nada porque no hay nada que encontrar.
La sentencia dice que: “El señor Santiago Utrera (…) realizó una serie de manifestaciones encaminadas únicamente a dañar al demandante en su honor, intimidad y propia imagen, mediante la imputación falsa de hechos inexistentes y divulgando expresiones que le difaman y hacen desmerecer en la consideración ajena, al ser falsas, inciertas y carentes de la mínima comprobación fáctica, alegando el demandante que tales manifestaciones vertidas en el sentido de que “roza la prevaricación”, “defraudador de Hacienda que tiene la fórmula para hacerse rico”, “usted, Pedro Gil, es un mentiroso” o “usted accedió a la Concejalía de urbanismo para tener información privilegiada”, no resultan amparadas en el derecho a la libertad de información y expresión”.
La sentencia lo dice todo. Él se ampara en la libertad de expresión y el juez dice que lo que él hace no es ejercer esa libertad, sino causar daños morales por la intromisión ilegítima en mi intimidad. Una cosa es el derecho a la información, que recoge el artículo 20 de la Constitución y otra cosa es difamar. Para acogerse a este artículo, este señor debe verificar que todo lo que está diciendo es verdad y no puede. Y por lo tanto prevalece el artículo 18 de la Constitución, que establece el derecho al honor, la intimidad y la imagen propia. Por eso el juez lo declaró culpable y dijo que lo que divulgaba eran “expresiones difamatorias”.
Ante ese conflicto entre el derecho al honor y la supuesta libertad de expresión que argumentaba el presentador de ese canal televisivo, el juez me dio la razón. De hecho, se puede leer en el epígrafe número siete de la sentencia que: “No cabe sino concluir que Don Antonio Santiago Utrera no ha llevado a cabo la más mínima comprobación de veracidad de información, cualquiera que fueren los rumores, medios o personas por los que la obtuvo, habiendo manifestado públicamente a través de los medios de comunicación y dado como ciertos unos hechos sobre los que no existen indicios reales de veracidad, e imputando prevaricación y defraudación a hacienda sin el más mínimo contraste, y habiendo llamado “mentiroso” al actor, siendo una manifestación injuriosa e innecesaria para la exposición de sus opiniones”.
Y ahora me vuelve a llamar mentiroso, sin contrastar la información y sin ninguna base para hacerlo. En el fallo de la sentencia pone, entre otras cosas, “apercibo expresamente por la presente a don Antonio Santiago Utrera a fin de no reincidir con intromisiones ilegítimas ulteriores”, y sigue en las mismas con lo que puede buscarse problemas legales, ya que está incurriendo en desobediencia legal.
Hoy por hoy el fallo de la sentencia no se ha hecho efectivo, porque en el fondo no le deseo ningún mal a esta persona. Mi objetivo era demostrarles a los aguileños que lo que decía este señor era falso y queda más que probado. Pero después de este fin de semana, estoy pensando en decirle a mi abogado que haga efectiva esta sentencia e incluso que curse una querella por desobediencia a la autoridad contra don Antonio Santiago.