LORCA, un intento de independencia año 1489


Por Andrés A. García Caro
A lo largo de la Historia de nuestra tierra, el querer aspirar más ha sido la idea de todos los gobernantes que han pasado por el consistorio lorquino, de los señores que tenían el poder y el dinero para ejemplo de la Ciudad noble y caballeresca de Lorca. Siglos de guerras, incursiones, escaramuzas, años de inestabilidad que conducen hacia el siglo XV, en que Lorca es nombrada Ciudad. Con más datos concretos sobre el terreno hablamos de que en 1271 Lorca recibe el Fuero de Córdoba que otorgó a la villa una administración similar a la de Murcia y en 1442, el rey Juan II, le concede el título de Noble Ciudad por su permanente lealtad a la corona. En el siglo XV ya se tiene constancia de la existencia de un núcleo de población al otro lado del río que daría lugar al Barrio de San Cristóbal (el arrabal mudéjar); igualmente la población hebrea establece su judería en la zona oriental del Castillo, siendo de las pocas de la península que estuvo encastillada y con una sinagoga considerada suelo sagrada y sin profanar por ninguna otra religión posterior. Viajamos ahora a los últimos años del siglo XV d.C. Nos centramos más exactamente en el año de nuestro señor de 1489, terminando la corona de Castilla y sus ejércitos y diplomáticos la Guerra de «reconquista» contra el Reino musulmán de Granada, el último reducto musulmán que quedaba aun en la Península Ibérica. Mientras en Lorca ya se respiraba más tranquilidad así como una mejora en la economía y en la sociedad, su concejo de gobierno decide y pone en sus ordenanzas civiles algo que recordaba a tiempos pasados cuando Lorca era un principado/gobierno independiente andalusí y este año del señor de 1489 se prohibió: cualquier representación del escudo de Murcia , ciudad vecina , reino que se había formado no hace mucho tiempo históricamente hablando. La razón o mejor las razones eran entre muchas que Lorca se había posicionado contra Murcia para independizarse de la misma, ya que el territorio lorquino en la Edad Media era muy extenso y la necesidad de crecer y no tener que pasar los productos, documentos, etc por la Ciudad de Murcia era algo muy necesario por aquella época para Lorca. Una ordenanza peculiar, soberana y fuerte que dice mucho del hecho de que a lo largo de la Historia lorquina nuestro territorio siempre ha querido optar a algo mejor, pues no sé podía quedar en una ciudad ni un territorio menor incrustado en un Reino de Murcia que cada día que pasaba se desmantelaba cada vez más por las luchas continuas de poder entre nobles y caballeros que tenían el mismo en sus manos.

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