A sus puestos…
Decía José Martí que “Trincheras de ideas, valen más que trincheras de piedra”. Y, tal vez, aunque en otro contexto bien distinto, las palabras del fecundo ideólogo de la Revolución Cubana obedecen a la eunuca ofensiva política e ideológica que estamos presenciando por parte de los diferentes partidos aguileños.
Y es que, me da el pálpito de que los grupos políticos están jugando al despiste; los nervios y los rifirrafes propios de patio de colegio están apartando de la escena a las propuestas, que es cuanto el ciudadano ansía escuchar. Sinceramente, capítulos como el del supuesto maletín del millón de euros, bien parecen un guiño al cine más surrealista de Buñuel.
Pero repasemos el panorama preelectoral. El Partido Socialista, que hasta la fecha era fiel a un libro de ruta basado en rentabilizar los errores del PP, parte con cierta ventaja inicial. Claro está, el pelotazo de La Zerrichera ha dejado en estado de shock al Partido Popular, atrincherado en al callejón del Florida durante el último mes. Aún así, la tempestad parece que ha amainado -por supuesto, a la espera de que se admita o no la querella en el juzgado nº3 de Murcia- y Ramírez ya ha sido ratificado por Valcárcel. Grosso error o no, supongo que el tiempo lo dirá.
Por otra parte, a la derecha -o la izquierda del Ayuntamiento, según se mire- tenemos al MASd, formación que hace unos meses constituía Pedro Gil. Marketinianamente hablando tienen mi visto bueno, aunque no podemos olvidar que los votos se captan durante los dos meses previos a las elecciones. Así pues, una campaña inteligente, agresiva y, sobre todo, no posicionada, les podría dar muchas alegrías; un enfoque erróneo, los dejaría fuera de las quinielas.
Como grupo minoritario, IU sólo se marca un prioridad, que no es sino otra que la difícil mantener su electorado… que la fuerza te acompañe, amigo Miguel.
El MIRA, cierra este artículo, así como su andadura política. Y es que, las posibilidades de que este grupo concurra en las próximas municipales son una entre diez. El tiempo juega en su contra y, estructuralmente, vuelven a partir de cero: una sede que acumula casi cuatro años de telarañas; un buen puñado de tránsfugas; la falta de ilusión, que no de terrenos para recalificar; y una gestión muy cuestionable por parte de sus concejales, integrados en el equipo de gobierno.
Alea iacta est.