Teresa Rabal declara en el ayuntamiento de Águilas que se lleva el legado de su padre
La artista y el alcalde del municipio, Bartolomé Hernández, cruzan acusasiones sobre un contrato que el Consistorio ofreció a la hija del actor
La hija del actor aguileño Paco Rabal, Teresa Rabal, intervino anoche en el plano del ayuntamiento de Águilas y expresó públicamente su intención de llevarse del municipio el legado que se conserva de su padre.
De forma extraordinaria, el alcalde de Águilas, Bartolomé Hernández, dio la palabra a la artista, quien lo había solicitado por escrito y que se encontraba entre el publico. La hija del actor denunció en el Consistorio que, según ella, el legado de su padre no se estaba tratando de una forma adecuada. «Parte del legado de mi padre no esta colocado debidamente, alegan que no lo ponen por que los pueden robar, y los demás cuadros no los roban». Rabal añadió que lleva «nueve meses negociando un contrato para llevar cultura a la Casa de la Cultura. Me enviaron un contrato que era imposible que yo lo firmara, no tenia tiempo de hacer programación, me daban 70 euros diarios para traer personajes importantes de la cultura», explicó. Para la hija de Rabal, el destino del legado de su padre «tiene que estar en un lugar de honor. Tenemos muchos lugares pensados, pero siempre con una carta que diga que ese legado es de Águilas», declaraba Teresa Rabal, quien terminaba dirigiéndose a Bartolomé Hernández: «Nos obliga a llevarnos el legado de mi padre de aquí, mientras que usted sea alcalde».
Por su parte, el edil matizó que para él era «un disgusto tremendo que tengamos que hablar de Paco Rabal, es lamentable» dijo. Hernández añadió que él representaba «a una administración, y cuando hay una administración no se puede tratar ni negociar entre particulares». Asimismo, el alcalde aguileño añadió que siempre ha intentando «negociar problemas y arreglar cosas» añadiendo que «una cosa es el legado de su padre y otra cosa es el contrato que hemos intentado llevar a efecto un contrato con una empresa suya». «Usted quería que la pusiera en el auditorio, y yo no puedo quitar a una persona para ponerla a usted. Luego estudiamos la posibilidad de la Casa de la Cultura, pero nos encontramos con problemas legales y yo lo que no hare ni por usted ni por nadie cometer una ilegalidad», concluyó el alcalde aguileño.
FUENTE: La Opinión de Murcia/ Texto y foto: Jaime Zaragoza