DR. JUAN MARIANO PÉREZ ABAD
Especialista en Cirugía General y Aparato Digestivo
Experto en Cirugía Cardiovascular
Colegiado: 30/03844
El ano es uno de esos puntos especialmente sensibles al dolor que tiene nuestra anatomía. Además sufre enfermedades con mucha frecuencia y algunas de ellas adquieren carácter crónico, por lo que el dolor puede prolongarse eternamente hasta amargarnos la vida. La fisura de ano es el ejemplo más representativo de este problema, aunque las hemorroides también pueden llegar a ser muy dolorosas cuando se complican
El ano es uno de esos puntos especialmente sensibles al dolor que tiene nuestra anatomía. Además sufre enfermedades con mucha frecuencia y algunas de ellas adquieren carácter crónico, por lo que el dolor puede prolongarse eternamente hasta amargarnos la vida. La fisura de ano es el ejemplo más representativo de este problema, aunque las hemorroides también pueden llegar a ser muy dolorosas cuando se complican.
a medicina más tradicional nos ofrece cirugía para el tratamiento de estos problemas. El intenso dolor postoperatorio de estos procesos no representa un gran inconveniente cuando se viene sufriendo un dolor intenso durante mucho tiempo. Sin embargo, entre las complicaciones que pueden aparecer en estas intervenciones está la incontinencia de ano como secuela permanente. Si aparece, su reparación necesita de otra operación muy compleja y con un alto índice de fracasos, por lo que el paciente puede quedar condenado permanentemente a tener que usar un pañal.
Afortunadamente hoy día existen varias alternativas menos agresivas para el tratamiento de estos problemas que pueden aplicarse de forma ambulatoria en la consulta. Las más conocidas consisten en la inyección directa de medicamentos en el aparato esfinteriano del ano. Evitan el ingreso hospitalario, la necesidad de ser anestesiado y sus riesgos, así como el dolor postoperatorio. En nuestro entorno geográfico, el fármaco más utilizado es la Toxina Botulínica. Es eficaz, pero tiene como inconvenientes el no tener un efecto permanente y de que, mientras dura su efecto, también puede provocar incontinencia.
Pero a nivel mundial se utiliza un repertorio más variado de tratamientos y nuestro equipo ha seleccionado uno que utiliza otros productos que se han mostrado igualmente eficaces, pero sin esos grandes inconvenientes. Administrando ciertos agentes farmacológicos con actividad anestésica local a la concentración adecuada, se consigue una lesión de las fibras nerviosas amielínicas. Así se obtiene la relajación selectiva de las fibras musculares lisas del esfínter interno (involuntario) y una insensibilización al dolor del área tratada. Este método consigue una rápida curación de la fisura y el paciente sale sin dolor de la consulta tras la primera inyección aplicada. El efecto es permanente tras repetir el procedimiento entre 2 y 4 veces.
El esfínter voluntario está inervado por fibras mielínicas, así que no se ve afectado por el tratamiento. Eso evita completamente la aparición incontinencia en nuestros pacientes.