“El Palero” volvió a salir de la Colegiata, cerrando una gran Semana Santa
A lo largo de toda la Semana Santa se recuerdan los momentos que acontecieron durante los últimos días de vida de Jesucristo.
Pero, sin duda, el más importante de ellos es el momento de la Resurrección, porque inundó de fe los corazones más vacíos, dando mundo entero un motivo para creer. Por este motivo, en Lorca se celebra este día con alegría y fervor mediante un tradicional encuentro, donde no faltó el folclore.
El ciclo procesional de esta fiesta culmina, cada año, el Domingo de Resurrección y lo hace de manos de la Archicofradía Nuestro Señor Jesucristo Resucitado.
Esta procesión puso el broche de oro a una Semana Santa única que cada año congrega a un mayor número de asistentes. Asím se anunció a los cuatro vientos la gran noticia que conmovió al mundo: La Resurrección de Cristo.
La novedad es que este año, el ‘Palero’ salió en procesión de la Colegiata de San Patricio, pero no desde una zona acotada, sino por la puerta lateral, la del carrerón del templo, por la que no procesionaba desde los terremotos.
La imagen del Palero, obra del escultor muleño Roque López realizada en 1.800, salió al encuentro de la Encarnación y ambas fueron llevadas en procesión por las calles de la ciudad, por su casco histórico.
Es importante resaltar que en el año 2002 la imagen de Jesús Resucitado fue nombrada “Alcalde Honorario” y desde este momento porta el bastón que como “primera autoridad” le corresponde.
Cabe destacar que los tronos estuvieron acompañados de representantes de las diferentes cofradías de la Semana Santa lorquina, que tomaron parte con sus estandartes y sus agrupaciones musicales. También, como nota diferenciativa, anotar que los cofrades del resucitado vistieron túnicas de color blanco y las manolas cambiaron su tradicional mantilla negra por otra de color blanco.