Los romeros inician el camino hacia el Molino del Saltaor
Cuando un rociero habla de “camino” se refiere al trayecto que hace con su hermandad desde un punto de salida concreto, la Plaza del Rocío, hasta la Aldea donde se celebra la Romería, para los aguileños y visitantes el Molino del Saltaor, ya desde hace cuatro años.
La Romería aguileña ha pasado ya por diferentes lugares de celebración, pero sin duda el paraje natural del Molino ha sido el más acertado de todos. Un acierto justificado, con creces, por el entorno, las comodidades que ofrece por su amplitud de espacio y, como no, la hermosura, vida y naturaleza que aporta el pequeño arroyo que cruza el paraje.
Un año más la Hermandad Rociera de Águilas festeja la Romería Rociera, y con esta ya son diecinueve las romerías que se han celebrado en nuestra localidad. Uno de los actos más importantes que recoge este acontecimiento es la misa de romeros, en la que se ha bendecido el nuevo “Sin Pecao”, estrenado por la Asociación con motivo del XX aniversario de la Romería.
Una vez finalizada la liturgia religiosa, la comitiva partió en procesión hasta la Plaza del Rocío, donde tuvo lugar la concentración de romeros que posteriormente daba lugar al comienzo de la romería propiamente dicha.
Esta céntrica plaza era el sitio del que partían los romeros que se unieron a los hermanos de la Asociación Rociera para realizar el camino que les llevaría al Molino del Saltaor, para comenzar todos juntos el camino rociero, encabezado por la carreta, que decorada con hermosas y coloridas flores lucía al “Sin Pecao”, que refleja la imagen de la Virgen del Rocío.
La primera parada se efectuaba a la altura del Museo del Fútbol Aguileño desde el cuál se le lanzó al “Sin Pecao” miles de pétalos de rosas y ramas de romero, que los más cercanos a la carreta recogían y colocaban a los bastones que les ayudan a realizar el camino y que portan romeros y romeras.
Seguidamente los “caminantes” continuaban el largo recorrido que todavía les quedaba. Un recorrido en el que el sol, el calor y el cansancio tuvieron mucho que decir.
A las doce del mediodía, hora del Ángelus, toda la corte romera se acercaba a las puertas del Cuartel de la Guardia Civil, lugar en el que la Asociación Rociera hacía entrega a la Guardia Civil de un ramo de flores en homenaje a la Virgen del Pilar, patrona de este cuerpo de seguridad.
Tras esta breve parada, los participantes de la romería continuaban su camino, en un momento en el que el sol apretaba con más intensidad que en toda la mañana, quedándoles aún un gran recorrido, al que se unían entonces las más de veinte carretas engalanadas para la ocasión.
Es relevante destacar, que este largo camino, no ha sido solo realizado por los aguileños sino que otras asociaciones de ciudades y pueblos vecinos como Lorca o Murcia, entre otras, también han querido ser participes del camino aguileño. Reflejo de las buenas relaciones que mantiene la Hermandad Rociera de Águilas con otras hermandades murcianas, son las visitas de Asociaciones Rocieras como la de Murcia y Archena que no dudaron en trasladarse hasta Águilas para acompañar a sus hermanos en un día tan especial y realizar el camino acompañándolos hasta el último momento.
Después de realizar más de medio recorrido del planificado, alrededor de las dos y media de la tarde, la comitiva rociera llegaba al puente de la autopista y aprovechando la gran sombra que aporta dicho puente caballos, jinetes y “caminantes” descansaron dos largas horas. En este tiempo la Asociación ofreció la comida de Hermandad. Una gigante paella preparada para personas que acudieron a esta comida. Sin duda, un éxito rotundo y digno de felicitar a la asociación. Para bajar la comida que mejor que bailar por sevillanas al pie del “Sin Pecao”.
A las cinco de la tarde los romeros volvían a retomar su camino en dirección al Molino del Saltaor al que, en estos momentos, estarán llegando.