La campaña de tomate pasa por una de sus peores épocas
Las perspectivas sobre la recuperación del sector no son muy alentadoras
Un grupo de trabajadoras.
La actual campaña de tomate está pasando por uno de sus momentos más difíciles, tanto es así que para Mariano Díaz, gerente de la empresa Agrupa-Águilas “en estos momentos la situación en este sector puede definirse como catastrófica”. En esta semana el precio del tomate ha estado entre los 35 y 40 céntimos el kilogramo, lo que sitúa al precio de venta por debajo de los costes de producción, cercanos estos a 50 céntimos.
Además, José Martínez, presidente local de Asaja, señala que “ese precio es para los primeros cortes, y enseguida empieza a bajar llegando incluso a los 10 céntimos, que es cuando algunos agricultores deciden dejar de vender y optan por tirar el tomate”.
El kilo de tomate ha llegado a los 10 céntimos, un precio muy inferior al coste de producción
Además, en estos momentos, para que el tomate alcance los 40 céntimos de precio debe ser “un tomate de muy buena calidad y actualmente con el tema de la botrytis y las plagas que se están padeciendo no es demasiado alta”, apunta Díaz.
En cuanto a las perspectivas, tanto agricultores como empresarios, coinciden en señalar que a corto plazo no se presentan demasiado positivas, “por ahora no sabemos lo que va a pasar, sólo queda esperar a que empiece del todo la campaña de los invernaderos y que ésta se presente mejor que la actual, pero si tampoco es buena más de un agricultor se va a ver obligado a abandonar el campo”, señala Mariano Díaz.
Exceso de producción y numerosas plagas
Según ha manifestado José Martínez, presidente de Asaja en la localidad, el ínfimo precio que está teniendo el tomate durante esta campaña se debe al exceso de producción que genera la entrada masiva de tomate marroquí.
Mariano Díaz, gerente de Agrupa-Águilas, señala que “el problema que presenta la exportación de Marruecos es que está llegando a los sectores próximos a los lugares de descarga, situando su mercado más fuerte en Sevilla y Valencia donde llegan con un producto que se sitúa en torno a los 30 céntimos, algo con lo que es muy difícil competir”.
Por su parte el presidente de Asaja señala que desde el mes de octubre, coincidiendo, según Martínez, con la “fecha en la que se abrieron las puertas a Marruecos”, la situación de la agricultura local entró en crisis y “ya en enero se vino abajo”.
Para los agricultores esta es la principal causa de los resultados económicos negativos que hasta la fecha está teniendo la campaña, ya que “se abren los aranceles marroquíes sin poner ninguna limitación”, señalan desde Asaja.