Un buen día, Cati Lorenzo decidió dedicarse por completo a la política y dejar en el diván -eso sí, temporalmente- su profesión de médico. En estos últimos dos años ha logrado desnudar su sonrisa, mostrarla al patear a diario las calles de nuestra ciudad. La diputada Regional y edil de Bienes y Obras, poco a poco, está demostrando su vocación por la política, partiendo de una preparación y un libro de ruta muy claro, que bien podría marcar el futuro de Águilas.

Pregunta.- Entremos en materia. ¿Prefiere las cosas de la política, o la política de las cosas?
Respuesta.-Las cosas de la política. Pienso que a través de la política se intentan –por supuesto, no siempre se consigue- resolver los problemas de la gente, la problemática que afecta a los ciudadanos, en este caso refiriéndonos a Águilas; los problemas que ellos quieren que se solucionen: de su calle, de su atención cuando van al Ayuntamiento, de los problemas que puedan tener con sus hijos a la hora de tener una plaza en el colegio, de ir al Polideportivo, de que le limpien la calle… esas son las cosas que me gustan de la política.

P.-Por tanto, digamos, que es el Ayuntamiento el que tiene que estar en la calle…
R.- De hecho cuando el ciudadano va al Ayuntamiento pienso que es quizá un fracaso de los políticos, ya que es el político el que debe de estar atento a las necesidades de la gente (a veces no se puede estar en todo, y es necesario que a veces el ciudadano de un toque de atención: creo que hay que hacer esto”, hay que hacer esto”, etc ). Pero fundamentalmente creo que es el Ayuntamiento el que tiene que estar fuera y estar pendiente de que los ciudadanos tengan todo lo necesario para desarrollarse en el municipio.

P.-De un tiempo atrás su labor en Águilas se está haciendo más visible, pues hasta la fecha ha tenido que compaginar la medicina con la política…
R.-La verdad es que se trata de dos cuestiones diferentes, porque hasta hace dos años he permanecido diez trabajando en la gestión sanitaria: en Lorca, en una dirección médica, precisamente intentando coordinar toda a atención primaria del área tres. Y en esa época, en la que también he formado parte del Equipo de Gobierno Municipal, mis tareas dentro del mismo eran muy diferentes a las que realizo actualmente. Estamos hablando de la concejalía de Personal, una concejalía más interna, menos de cara a los ciudadanos, y más de cara al funcionario; entonces la forma de trabajar era distinta: no estaba por las mañanas en la Ayuntamiento, salvo que hubiera alguna cuestión importante.
Hace dos años, en esta última legislatura, pensé que debía cambiar un poco de actividad: en Personal había tocado techo de lo que personalmente podía dar y tenía que ser otra persona la que se hiciera cargo, con otra imaginación, otra ilusión, etc. Desde la concejalía de Bienes y Obras, la perspectiva cambia porque ahora sí tengo que estar aquí a pié de calle durante las mañanas, excepto los miércoles que es el día que voy a la Asamblea Regional. El resto del tiempo lo dedico aquí, al Ayuntamiento de Águilas.

P.-Portavoz de Sanidad en la Asamblea y portavoz también en Águilas. A título personal, me gustaría preguntarle: ¿Cuál es el secreto para que Cati siempre “machaque” a los miembros de la oposición como portavoz del Partido Popular?
R.-Tener información. Porque creo que la información es fundamental y también la experiencia; son muchos años en el Ayuntamiento, he pasado por muchas corporaciones municipales: primero en la oposición, ahora en el Equipo de Gobierno. He aprendido muchas cosas… de todo el mundo, de la gente, del día a día…desde esa experiencia nace mi formación.

P.-¿Es tan dura en los plenos como la gente piensa en la calle?
R.-Depende de lo que se me diga. Me explico: entiendo el trabajo de la oposición. Siempre tienen que plantear las cosas que nosotros no somos capaces de hacer o quizá aquellos temas que ellos piensan que no hacemos bien. La oposición se puede hacer de dos maneras: diciendo las cosas como son, o bien pasando la frontera de la política y entrando en lo personal, y entonces es cuando suelo hincar el diente y puedo llegar a ser más agresiva. Sin embargo, cuando es una cosa que entra dentro de la normalidad puedo ser una persona muy cariñosa en la respuesta.

P.-Pero usted a los plenos va como los alumnos bien preparados a los exámenes: se prepara muy bien el pleno, no acude a “ver lo que sale”.
R.-Para mí hablar en público, ya sea dar una conferencia, estar en un pleno o en la Asamblea, es algo que me gusta preparar; no me gusta improvisar, sino informarme y contrastar opiniones diferentes… bueno, eso lleva su tiempo, pero no me gusta hablar “porque sí”, aunque sean tres minutos. Eso es importante, porque según se digan las cosas “van a llegar o no a la gente”. Depende cómo lo digas, la terminología que utilices y con que gente se esté hablando, siempre estando a su nivel y diciendo las cosas claras, algo que está implícito por mi profesión de médico.
Yo, por ejemplo, a los plenos no voy con “la metralleta cargada” como dicen algunos. Según la oposición plantee un tema, pues así será mi respuesta…

P.-Comentabas que te gusta hablar claro, algo implícito en tu profesión de médico. ¿Es duro hacerlo en algunas ocasiones? ¿Es más fácil engañar que decir la verdad?
R.-Hombre, si la persona va buscando lo contrario a lo que tienes que decirle, pues sí es duro, es difícil. Personalmente no me gusta que me engañen, por ello a la gente que viene a solicitar algo, si no lleva razón hay que decírselo claro y, en la medida de lo posible, tratar de buscar soluciones. En resumen, decir a todo que sí es muy fácil, pero en el Ayuntamiento estamos para distribuir unos recursos que son de todos y que son escasos.

P.-Tú presencia estos dos últimos años a pié de calle por las necesidades de tu concejalía de Bienes y Obras… ¿Te está acercando al ciudadano?
R.-Naturalmente. Cuando estás en la calle conoces de primera mano lo que quiere la gente. También he tenido malos momentos y he recibido críticas, pero hay que saber aceptarlas y aprender de ellas para saber, por ejemplo, explicar a los vecinos que las obras pueden ser molestas, pero siempre suponen una mejora.

P.-El trato humano que se percibe cuando estás tras la puerta una consulta, recibiendo pacientes, siempre he pensado que debe de ser una ventaja si lo extrapolamos a la política ¿Ayuda a saber escuchar y acercarse al problema del ciudadano?
R.-Para responderte, me remontaría a antes de estudiar medicina. Yo quería ser médico por tratarse de una vocación de servicio a los demás. Es esa vocación de preocuparme por la salud de los pacientes, sus enfermedades o sus ansiedades, lo que he trasladado a la política, que no es otra cosa que una actitud de servicio al ciudadano.
Es más, la actitud de servicio en cualquier profesión es fundamental, da igual que seas médico, carpintero, albañil o periodista, cuando tienes esa actitud la trasladas a tu profesión y luego también lo haces si llegas a la política. Para mí no tendría sentido si no fuera así.

P.-¿Qué opina de los políticos que tienden a abusar de la demagogia y la sonrisa en su día a día?
R.-A mí lo que más me incomoda de los políticos es cuando le mienten a la gente o tratan de confundir con esa demagogia que comentas. Hoy día la gente es muy fácil de manipular ya que no tenemos tiempo de analizar toda la información que recibimos de diferentes fuentes y no llegamos a contrastar si eso que se dice, no sabiendo si es cierto o no. Por ello, cuando un político sonríe -bueno, aunque la sonrisa es buena- y usa la demagogia no está haciendo otra cosa que engañar y eso no me parece correcto. Cada persona debe de hacer su propio criterio, analizando la situación, pero sin engaños. A alguien se le puede decir que en una botella hay agua, de manantial o grifo, pero a fin de cuentas es agua. Lo que no se le puede decir es que es coca cola.

P.-Hablando de sonrisas. Cati, me da la sensación que de un tiempo atrás estás aprendiendo a sonreír.
R.-Bueno. Quizá, todo se reduce a que he llevado un ritmo de trabajo muy acelerado: trabajaba en Lorca por la mañana, trabajando en Águilas por la tarde y llegando a casa a las nueve de la noche… y luego yendo a Cartagena. Llega un momento en que los problemas no te dejan respirar y, por ello, en esta legislatura me planteé que debía dejar lastre o me iba a dar algo. Pienso que es esa relajación y el tener más tiempo lo que me hace estar más sonriente

Apasionada del senderismo
P.-Tienes 50 años. Has estado mucho tiempo fuera, primero estudiando, luego ejerciendo tu profesión de médica, estos últimos años en la Asamblea Regional…¿Es cierto que la Sierra de La Almenara confiere a los aguileños un matiz diferente al resto de los murcianos?
R.-Yo creo que sí. Para percibir ese matiz del que hablas y para verlo, todo aguileño que se precie de serlo debe de subir al castillo, mirar para la sierra y entender que es lo que nos ha separado del resto de la Región y de otras poblaciones durante estos 250 años que tiene nuestro municipio de historia. Es la forma de entender el porqué del hecho diferenciador del aguileño con el resto de los murcianos.

P.-Y luego recorrer la sierra.
R.-Cierto. Yo, estos seis meses estoy conociendo el municipio también desde esa perspectiva: muchas veces viendo Águilas desde esa sierra y otras recorriendo los valles que forman esa sierra, sus paisajes, sus habitantes y bosques que se dibujan ante nosotros y no podríamos imaginar que están ahí. Reconozco que me encanta reconocer la flora autóctona, descubrir alguna tortuga mora o, simplemente, ver una lagartija o un sapo, algo que me sucedió el domingo pasado en una ruta por el Talayón.

“La política no es una profesión, es una vocación de servicio al ciudadano”

Lorenzo afirma que “estaría a la altura” para ser alcaldesa si llegara el momento

Cati Lorenzo apenas frunce el entrecejo ante una pregunta. Apenas piensa la respuesta, mostrando las ideas claras cuando se le habla de cualquier aspecto concerniente a la política.

P.-¿Te ves algún día como Alcaldesa de Águilas?
R.-Yo creo que en política uno siempre se puede ver en en el cargo para el que piense que está preparado. Soy diputada Regional y pienso que estaría a la altura si llegara el momento, aunque es algo que primero tiene que decidir mi partido y después los ciudadanos. No digo que no. ¿Por qué no lo voy a poder hacer bien?

P.-Un tema que siempre está en el candelero y es muy cuestionado es la profesionalización de la política, aquellas personas que hacen de la política una profesión.
R.-No estoy de acuerdo con que la política sea una profesión; es una vocación de servicio. La política cansa, los problemas te desgastan y llega un momento en que hay que dejar paso a otra gente y volver a tu profesión y, por supuesto, yo volveré a pasar consulta porque es mi vocación y para lo que he estudiado. Considero que hay un tiempo en que podemos dar todo lo que llevamos dentro trabajando para el ciudadano, pero una vez que lo has dado la ilusión se pierde y el trabajo lo tienen que continuar las personas que hay detrás.
P.-¿Un buen alcalde necesita tener un equipo a la altura detrás o un buen equipo necesita estar bien dirigido?
R.-Un buen alcalde necesita tener un equipo coordinado con él, y él coordinado con el equipo. No hay malos o buenos concejales o alcaldes, sino malos o buenos equipos. Lo que está claro es que uno solo es imposible que pueda tirar del carro.

Radiografía

¿Una palabra especial?
Amor

¿Una manía?
El agobio

¿Un lugar de Águilas?
La Bahía de Levante

¿Un libro?
Corazón, de Edmundo de amicis

¿Un ejemplo a seguir?
Mi madre, sin lugar a duda

¿A quién admira?
A mucha gente; a todo aquel del que pueda aprender algo

¿Qué aborrece?
La intolerancia

¿Un defecto?
Se demasiado exigente

¿Una pesadilla
La incultura

¿Una virtud?
Escuchar

¿Un sueño?
Poder hacer de Águilas una ciudad referente en la Región de Murcia