Un empate que deja a los albiazules en Segunda B
El Águilas se estrelló ante la defensa del equipo levantino
En la imagen, jugada de ataque del Águilas.
El conjunto albizaul sólo necesitaba un gol para seguir soñando con el ascenso a Segunda A, pero esta vez la suerte no estuvo del lado de los hombres que entrena Pepe Soler y el resultado final fue de empate a cero goles.
El Águilas saltó al terreno de juego con empuje e ilusión, pero sus aproximaciones al área del equipo levantino se estrellaban una y otra vez con una defensa bien posicionada y, sobre todo, muy veterana. Y es que, el Alicante anuló a un Águilas muy nervioso y sin ideas que lo llevaron a peder muchos balones e, incluso, a dejar muchos huecos en la defensa que propiciaron el contragolpe del equipo visitante, que estuvo varias veces a punto de marcar.
Sin duda, el Alicante ha sido el equipo que ha tenido más oficio en esta eliminatoria y es casi seguro que ascenderá a Segunda A, ya que la Ponferradina es un conjunto teóricamente inferior.
Dejando a un lado el aspecto deportivo, lo mejor de este encuentro fue la afición. Más de 3500 espectadores llenaron el histórico Rubial que colgó el cartel de no hay entradas. Y es que, las gradas fueron una fiesta albiazul, con una afición totalmente volcada que portó numerosas pancartas de apoyo al equipo; que, por cierto, contrastaron con otras, mejor posicionadas y en las que no se escatimaron gastos, que hacían alusión al supuesto “hundimiento” de la ciudad de Águilas en caso de que el Grupo Hispania desinvierta en la localidad. Sin duda, estuvieron de más.