Carrera meteórica de un aguileño que conquista Mónaco
Cuando el verano pasado tuvo lugar en Águilas una exposición colectiva surgida de la colaboración entre el artista Manuel Coronado y el Ayuntamiento de Águilas, fue en concreto, la obra de este autor, la que entre el compendio artístico obligaba al visitante a pararse y disfrutar.
Nos referimos a Lorenzo Martínez, un aguileño de 24 años propietario de una carrera artística meteórica, que llega incluso al alcance internacional, ya que Lorenzo expone sus óleos, dibujos y cerámicas en lugares tan exclusivos como Mónaco, concretamente en Villa Massoury, un importante evento artístico donde sólo unos pocos privilegiados son seleccionados para exponer. Y Lorenzo es absoluto merecedor de formar parte de este tipo de exposiciones, puesto que su obra es poseedora de un colorido arrollador, con el que plasma, mediante formas abstractas, la realidad más profunda del ser humano. No en vano, Lorenzo Martínez ha contado con la tutela de un maestro de excepción, el genial artista Manuel Coronado.
LORENZO MARTÍNEZ POSEEDOR DE UN MUNDO MÁGICO MUY PERSONAL
“No siento la pintura como un negocio, es algo que sale de mí y quiero que la gente lo vea”
Pregunta.- ¿Cómo resumiría sus comienzos en el mundo del arte?
Respuesta.- Yo comencé a pintar dibujando; más tarde me incorporé al estudio de un arquitecto y allí fue dónde hace 3 ó 4 años conocí a Manuel Coronado., el maestro que me animó a lanzarme de lleno a la pintura. Así que lo dejé todo y desde entonces he hecho varias exposiciones en Águilas, Mallorca, Barcelona e incluso en Mónaco.
P.- ¿Cómo se siente un autor al exponer su obra en Mónaco?
R.- Para mí fue un impacto enorme, porque es afrontar otro mundo en cuanto a exposiciones se refiere; además, la exposición de Mónaco coincidió con el Gran Premio de Fórmula 1 de la ciudad y fue una experiencia impresionante.
P.- ¿Sabes qué opinaron los críticos de Mónaco acerca de su obra?
R.- Espero que sea buena aunque aún no lo sé -sonríe mientras contesta- pero hay que pasar una criba para exponer allí y a mí me dijeron que mi obra les parecía muy buena, y de hecho hay un marchante interesado en mis creaciones. Y eso es algo fundamental para un artista. No se trata sólo de pintar, es necesario relacionarse con el exterior, tener contactos, exponer fuera y Manuel Coronado está siendo para mí un apoyo fundamental en este aspecto; además por supuesto de transmitirme su técnica, gracias a la cual soy capaz de dar vida propia a mi mundo personal.
P.- ¿Cómo se definiría cómo pintor?
R.- Soy un pintor surrealista, plasmo un mundo distinto en cada cuadro, por eso mis obras son muy diferentes entre sí. Empleo mucho color para dar rienda suelta a mi creatividad.
P.- Llevas 3 ó 4 años dedicado casi por completo a la pintura ¿Hasta dónde quieres llegar?
R.- La verdad es que lo he dejado todo por la pintura, pero no lo hago por ambición; pinto porque me gusta hacerlo, lo hago porque necesito hacerlo, porque lo llevo dentro, pero no lo veo como un negocio, es algo que sale de mí y tengo que expresarlo. La gente tiene que verlo. Además cuento con el apoyo de Manuel Coronado, él es un apoyo incondicional para mí; me motiva muchísimo.
P.- ¿ Cuáles son sus proyectos a corto y medio plazo?
R.- Ahora mismo lo más importante para mí es continuar incrementando mi obra, conseguir exposiciones, moverme tanto nacional cómo internacionalmente y por supuesto seguir formándome.
P.- ¿Se están vendiendo ya sus obras?
R.- Sí, ya en la primera exposición aquí en Águilas se vendieron prácticamente todas las obras expuestas. Gracias a ello poseo un estudio en Fransena y puedo subsistir diariamente.
P.- ¿Qué siente cuando te pones delante de un lienzo en blanco?
R.- Para mí la pintura es una necesidad rutinaria, pero sin pesadez ninguna, es más bien un sentimiento de querer avanzar, de sacar lo que llevo dentro.
P.- ¿Qué significa la pintura?
R.- Todo, me la tomo muy en serio. No salgo, veo muy poco a la familia y a los amigos, pero luego tengo la recompensa al ver la obra finalizada. Es casi cómo tener un hijo, vas viéndolo crecer, y al final sientes orgullo.
P.- Todos los pintores tienen una obra a la que calificarían “la más especial” ¿Cuál es la suya?
R.- Pues una de las primeras que pinté en casa de Manolo, porque fue donde aprendí a exteriorizar mi mundo y fue un estallido de sensaciones. Tengo mucho que agradecerle a Manolo, él me enseñó la técnica necesaria para poder expresar. Desde el primer momento depositó su confianza en mí haciéndome crecer como artista.
P.- Estamos en un momento complicado económicamente ¿El arte entiende de crisis?
R.- Tenemos que estar por encima de eso, porque para el artista lo importante no es vender la obra, es el momento de la creación, luego puedes guardarla hasta que se venda, pero la creación no puede reprimirse.
P.- Si se consagra como pintor ¿Cambiaría su residencia? ¿Se iría de Águilas?
R.- Nunca sabes qué puede depararte el futuro, pero mi casa estará siempre aquí, soy un enamorado de Águilas, del clima, de la gente, la echo mucho de menos cuando salgo fuera. Águilas es una ciudad muy creativa, sólo hay que ver sus carnavales, es una ciudad que tiene magia.
P.- Si tuviera que pintar Águilas ¿Cómo lo haría?
R.- Probablemente elegiría el carnaval o el mar, una mezcla de todo, Águilas emana magia, y ya hay mucho de Águilas en mis obras.