Zonas de recreo

Desde que llegué a Águilas la semana pasada para disfrutar de mis vacaciones veraniegas, he observado que si bien las plazas y zonas de recreo del municipio han aumentado de manera sustancial, éstas adolecen en general de atractivo para aquellas personas a las que nos gusta dedicar parte de nuestro tiempo de ocio a transitarlas. Me refiero a cosas tan insignificantes como un “chorrito” de agua, tan de agradecer por la tranquilidad y sensación de sosiego que los mismos propician.

Y me estoy refiriendo también, como es natural, a las plazas que no se encuentran en el centro de la ciudad, las cuales sí que gozan de estos atributos tan necesarios, insisto, según mi concepción de “zona verde”. No sé si se trata de una cuestión de “ubicación”, circunstancia que no es entendible, ya que tanto derecho tienen los transeúntes del casco urbano a contar con fuentes, como aquellos ciudadanos que vivimos en barrios más alejados. Es mi modo de ver esta situación.

Ramón García

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