Felipe López presenta su libro «Pinceladas históricas del escultismo»
El pasado viernes 25 de marzo, se presentó en el Salón de los Espejos del Casino de Águilas el libro Pinceladas históricas del escultismo, escrito por un hombre, Felipe López, que ha dedicado su vida a perseguir el gran sueño de vivir conforme a unos patrones marcados por otros grandes exploradores de sueños, como él.
Sobre el libro, cabe decir que no se trata de un relato al uso, ni de una obra narrativa, sino que nace con el objetivo de ser útil a quienes no conocen los pilares del escultismo y, sin embargo, habitan en las alturas de este creciente edificio centenario. También, con el paso del tiempo, han ido creciendo los documentos e informaciones sobre esta materia en el despacho de Felipe López López, algunos de los cuales han sido recopilados en esta obra de consulta, que para él ha sido un resumen de su vida y una ordenación de lo que para este explorador ha representado uno de los axiomas de su existencia. Aún le queda mucho sin ordenar en esa habitación de la vida, llena de experiencias, historias, relatos y anécdotas, guardadas con sumo cuidado y amor.
Durante la presentación del libro, en la que estuvo escoltado por el actual coordinador del Grupo Scout Severo Montalvo de Águilas, y por el excoordinador del mismo, el autor destacó algunas de las páginas más interesantes de esta larga historia impresa en papel. Llama la atención, que Águilas fuera la primera localidad en toda España en tener un grupo formado por chicas guía, ya en 1914, información que en el libro se acompaña con curiosas y añejas fotografías. También desvela el libro la labor encomiable de los exploradores en los acontecimientos más difíciles de la historia aguileña, como durante los bombardeos de la Guerra.
Sobre el autor se puede decir mucho. Este viejo lobo es, además de un gran explorador, que guarda con humildad muchos reconocimientos en su interior, un abuelo para todos los niños y jóvenes del Grupo Scout Severo Montalvo de Águilas, que les llenó la cabeza con fuegos de campamento, excursiones por la sierra y enseñanzas muy poco corrientes. Él les enseñó a engañar a la sed con chinorros de la playa, a oxigenar el fuego para que ardiera y a sobrevivir en un mundo que estaban empezando a conocer y del que él venía de vuelta. Quienes lo conozcan, lo podrán imaginar perfectamente arreglado, miles de veces uniformado como scouts, cocinando para todos, desvelando historias del pasado o creando pequeñas obras de arte con naturalidad y sencillez.
Desde siempre ha sido un explorador. Ha vivido conforme a las reglas que le marcaron desde niño, vive inmerso en sus recopilaciones y sus sueños escultistas y vivirá, esperamos que por muchos años, enseñando al resto del mundo a sacar del camino recorrido su mejor lección. Mientras él dobla la bandera de la vida con maestría, los demás sólo podemos mirarlo y darle las gracias por compartir un poquito de lo mucho que atesora.