Tendencias
- Intentan atracar a punta de pistola la Cafetería Florida, en Águilas
- Rescatan a un hombre de 73 años tras caer entre los barcos del puerto pesquero de Águilas
- Las mejores verduras para reducir la presión arterial
- El precio de la luz se dispara en Navidad: alcanzará los 100,94 €/MWh, un 60% más que hace un año
- Un joven de 17 años, en estado grave tras ser apuñalado en una pelea multitudinaria en Molina
- Complicaciones de la Hipertensión Crónica: Riesgos y Prevención
- El Gobierno autoriza a la Región de Murcia endeudarse a corto plazo por un importe máximo de 900 millones
- El Ayuntamiento de Puerto Lumbreras anima a todos los vecinos a vecinas inscribirse en el servicio de Whatsapp de información ciudadana
- La Biblioteca ‘Cura sana culito de rana’ del Hospital Rafael Méndez amplía su fondo con la incorporación de 40 nuevos títulos
- Águilas habilitará una cola de acceso preferente para Papá Noel y Reyes donde se dará prioridad a niños y niñas con discapacidad
Joaquín Mellado Pascual nació en Lorca en 1904, se hizo piloto ya en los años 20, después de su paso por el Ejército de Tierra, y tras participar como piloto de bombarderos en las campañas de África, trabajó para la línea aérea Francesa Latecoere, con la que ya hizo una primera visita a Águilas. Mas tarde ingresó en el arma aérea, y de teniente, volvió a aparecer por estas tierras Aguileñas.
El 17 de mayo de 1933, hacia las 13:30 horas, se escuchaba en Águilas el ruido de motores de aviación, y poco después, un hidroavión amerizaba en la bahía de Levante, sin consecuencias. En cuestión de pocos minutos el muelle se llenó de gentes que se interesaban por la sorpresiva visita del primer hidro en Águilas, y pronto comprobaron que el piloto era un conocido. El hidro era un Dornier Wal de la Base Aeronaval de Los Alcázares, pilotado por el teniente Mellado, y con un sargento radiotelegrafista y dos mecánicos. El avión venía de Cádiz, y debido a fuertes vientos, había consumido el combustible de los depósitos, antes de avistar su base, en el Mar Menor. Menos mal que Águilas estaba a mano.
Mellado y su tripulación pernoctaron en Águilas puesto que el combustible se recibió ya en las primeras horas de la mañana del día 18. Hacia las 10:00 horas el hidro cogía velocidad en las aguas interiores del puerto, y se elevaba sin problemas, mientras de nuevo una muchedumbre rompía en aplausos.
Mellado dijo en Águilas que en la época veraniega intentaría volver a estas tierras, y seguro que lo intentó. Pronto llegaría la guerra civil, en la que pilotando un Potez 540 de la aviación Republicana, fue derribado en una misión de bombardeo sobre Toledo.
Texto: Miguel Puchol Franco