Julio Iglesias
El otro día, al iniciar un viaje a Granada, fui a montar en el coche de mi amigo Antonio, el de Puerto Lumbreras. Una vez instalado y , seguramente pensando que era lo mejor, puso un CD de Julio Iglesias. Le dije que si ese viaje iba a transcurrir por ese camino, mejor me bajaba y cogía mi coche, y ya nos veríamos en el restaurante La Almoraima, del Albaicín a la hora de comer. Como aún me estima, creo, tuvo el buen gusto de retirar a Julio Iglesias del reproductor, cosa que le agradecí efusivamente.
Es cierto que cada uno tiene sus preferencias en la música y por eso viven, y muy bien, todos los cantantes, por malos que sean. Habrá a quien no le guste Ian Gillan o Rob Halford. Y es que somos cada uno de su padre y su madre. Pero lo de Julio Iglesias es especial, es cierto que se ha forrado a lo bestia cantando, porque jugando al fútbol no parecía que fuera muy lejos, es cierto que ha triunfado en España y en Latinoamérica, pero eso no demuestra que sea un buen cantante. Ainhoa Arteta, por ejemplo vende bastante menos discos que Julio, y estoy seguro de que es mejor cantante. Y unos cuantos más también. Sus canciones se han basado en el distanciamiento del amor, incluso en su propia familia, pero sobre todo en rimas fáciles y tontorronas, como aquella de “…pensando, imaginando, mi duda aumenta, me salgo de una curva sin darme cuenta…” . Manda huevos…… el que le escribía letras.
Es cierto también que fue a Eurovisión. Sin comentarios. Chiquilicuatre también.
Ahí es nada el aval . Julio no ganó, Chiquilicuatre tampoco. Una prueba más.
No quisiera herir la sensibilidad de aquellas personas a quien les gusta especialmente Julio Iglesias, incluidos mi padre y mi amigo Antonio, el de Puerto Lumbreras, pero ahora tengo que demostrar cómo he llegado a estas conclusiones.
Ha saltado una gran noticia, no todos se han enterado de ella, por eso me permito replicarla. Yo ya lo sabía, lo tenía claro desde hace años. Ahora me llega la confirmación. Nos llega la evidencia. Contra las pruebas nada más hay que confrontar. Ha sido una evidencia a partir de una situación cruenta, es cierto, pero la confirmación ha llegado finalmente. Muchas veces lo he dicho a mis amigos y gente de menos confianza que han querido escucharme y por fin, el señor sea loado, se ha demostrado que mis temores eran ciertos : a los presos chilenos de la dictadura del hijoputa de Pinochet les ponían a Julio Iglesias para que confesaran, o para debilitar su resistencia.
De todas formas, lo que más me jode, con perdón, de Julito Iglesias, alias el termo
( “ …tan dentro de mí, conservo el calor….” ), es que no ha pagado un puto duro de impuestos en su país. Que se largó hace décadas a los EEUU ( “…aún recuerdo aquel ayer, cuando estabas junto a mí….” ) a vivir a todo tren y a hacer hijos pijos y millonarios a pajera, pero no ha colaborado ni en un puñetero centímetro de carretera española ( “…con el pasar de los años he aprendido en la vida que se vive intensamente porque si no se termina…., agua dulce, agua salá…” ) . Todo un filósofo.
En fin , hemos dedicado un tiempo que no merece para hablar de un buen cantante y mejor ciudadano. Quien lo quiera que se lo quede. Es una “pel-la”. En bruto.
De todas formas, aunque no lo parezca, se respeta, desde esta cruel columna, a quienes les gusta escuchar a este hombre, tan alejado de su Galicia natal, donde hace tiempo ya no se le compran tantos discos. Por solidaridad. Porque desde que se ha ido, en España han hecho muchos hospitales y muchas autopistas y las que están en construcción. Y él no engañó a nadie, que ya lo avisó: “ al final, las obras quedan las gentes se van…y si fracasas bien comprenderás , los buenos quedan los demás se van…..”