La Asociación AMACOPE denuncia la presencia masiva de caravanas en el litoral de Águilas
La presencia permanente y masiva de caravanas en nuestras costas está alcanzando una dimensión que la convierte en uno de los problemas ambientales más graves del litoral, pues supone una ocupación ilegal de la línea costera y una presión constante sobre ecosistemas muy vulnerables
Imaginemos un visitante que decide viajar a Cuatro Calas porque ha visto en Internet que se trata de un Paisaje Protegido con excepcionales vistas (escenario de películas, reportajes de bodas, bautizos, comuniones, imágenes de postal, una geología espectacular, una flora y fauna única y unas playas de ensueño.
Y cuando llega se encuentra que una parte muy importante, y hasta prominente, de este espacio natural está ocupado por un poblado de casas con ruedas, mesas, sillas, toldos, tendederos, placas solares, remolques… y hasta un quiosco. Por no hablar de la furgoneta que vende el pan o los anuncios de oficios diversos… ¡Un súper campamento en un espacio protegido!
Desde la Asociación AMACOPE señalan que “podría resultar cómico si no fuera porque no tiene ninguna gracia encontrar una cuerda con ropa tendida amarrada al poste de prohibido acampar o un autobús ‘camperizado’ y con el toldo desplegado junto al cartel de prohibido aparcar vehículos de más de 5,2 metros. Imposible tomar una buena foto panorámica, imposible escuchar el rumor de las olas, imposible ver el firmamento en buenas condiciones por la noche, además de dunas pisoteadas, mascotas espantando a las aves… La impunidad que sienten llega a tal extremo que cuando les dices que es ilegal acampar allí, responden diciendo que sí pueden porque nadie les echa y si les dices que vas a llamar a la Guardia Civil, se ríen despectivamente. Por si esto fuera poco, alardean en redes sociales compartiendo vídeos en los que describen Cuatro Calas como una playa de ensueño con quiosco incluido donde se puede acampar gratis, provocando un catastrófico efecto llamada”.
“¿De qué sirve tener espacios costeros vírgenes que se salvaron de la urbanización si ahora están permanentemente ocupados?”, se preguntan desde la asociación al mismo tiempo que afirman que “es como si hubiera una urbanización, pero aún más degradante. Cuatro Calas es un Paisaje Protegido y la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia debía velar por la conservación de sus valores naturales y paisajísticos. Existen leyes, normativas y ordenanzas que afectan a los espacios protegidos y al resto de la costa, pero nadie las hace cumplir. Y se trata de un problema que afecta, en mayor o menor medida, a todos los enclaves costeros. Si nos centramos en Águilas, está sucediendo lo mismo en la Playa del Arroz, Matalentisco, la Casica Verde…”.
Una delegación del grupo ecologista aguileño AMACOPE mantuvo una reunión con la alcaldesa de Águilas el pasado 22 de abril de 2024 en la que los miembros de dicha asociación manifestaron su preocupación y la necesidad de adoptar medidas urgentes para solucionar esta problemática. La alcaldesa les comunicó que se iba a instalar un gálibo en el acceso a algunas playas del municipio y que se estaban estudiando diversas opciones para hacer efectivas las sanciones, incluso en colaboración con otros ayuntamientos, pero que esperarían a que finalizara el verano porque es cuando este problema se agudiza.
“Es verdad que la emergencia climática, por desgracia, hace que el verano sea cada vez más largo, pero está claro que éste ya ha terminado y sigue sin adoptarse ninguna medida. Mientras, el medio litoral costero sigue degradándose, a la par que su imagen, y se dificulta el disfrute de vecinos y visitantes de estos privilegiados enclaves”, señalan desde AMACOPE.
Por todo ello, AMACOPE se hace eco de la indignación de gran parte de la población y exige que se articulen medidas eficaces de forma urgente, como habilitar áreas de servicios de caravanas en zonas adecuadas y que no supongan un impacto ambiental, instalar gálibos en los accesos a las playas, una vigilancia y control efectivo, campañas de concienciación y el desarrollo de una normativa clara y contundente.