Moral – inmoral…
La pasada semana, el director de este prestigioso medio hacía una corta reflexión (corta en extensión, que no en lucidez) sobre la moralidad actual en su artículo: “ Rebajas de ocasión ” .
Antes que nada, lo que sí rechazo es el símil comercial cuando habla de que las rebajas son como las arañas, que atraen a los clientes al interior. Nada más alejado de la realidad. Las rebajas son un servicio más hacia el consumidor, que suponen un gran esfuerzo económico por parte del comerciante hacia el ciudadano.
La moralidad, es evidente, depende cada cual. No existe una moral universal, por mucho que se pretenda. Lo que para unos es moral no lo es para otros, muchas veces vecinos y amigos. Por ello, no estamos autorizados a definir más moralidad que la nuestra propia.
“El desprecio por el medio ambiente, en un juego suicida con nuestro propio futuro. La invasión y ocupación por los israelíes de una tierra llamada Palestina, con el visto bueno interesado de los gobernantes de los últimos 58 años”
Con el fin de puntualizar escuetamente, si se me permite, me gustaría ampliar su reflexión, cuando no enmendarla. Para ello se me ocurren algunos ejemplos a los que la moralidad de cada uno le da un valor diferente, sin duda , como :
El desprecio por el medio ambiente, en un juego suicida con nuestro propio futuro. La invasión y ocupación por los israelíes de una tierra llamada Palestina , con el visto bueno interesado de los gobernantes de los últimos 58 años. La invasión y control de un pueblo rico en petróleo, Irak , por una potencia militar. Las declaraciones de un general y un capitán legionario en un país con muy malos recuerdos de los militares metidos a salvadores de la patria. La imposición de ciertas asignaturas a la enseñanza pública.
El atenazamiento de un gobierno por radicales nacionalistas con intereses perversos. La fácil libertad de un bailaor, gitano y asesino, que atropella peatones. La condescendencia judicial con los jóvenes que apalean a mendigos. Que algunos españoles entendamos a otros por subtítulos. Que los países más nucleares le impidan a otros desarrollarse nuclearmente. Que un terrorista convoque asambleas y nadie se lo prohíba. Que un juez canario suelte a un narcotraficante por dinero. Que la información sea manipulada a diario y a conveniencia del que paga. Que el Estado imponga la salud obligatoria vía decreto ley. Que se mantengan las guerras de religión tras más de veinte siglos.
En todos estos ejemplos hay, sin duda, versiones de lo que es bueno o malo, de lo que es moral o inmoral. Todo depende del punto de vista de cada cual y de la objetividad con que se quiera ver, sin sentirse mediatizado por cuestiones religiosas o políticas, que son las dos principales modificadoras de la moral universal que se pretende.….. desde bastante antes de los egipcios.
Dar por válida , exclusivamente, la moral cristiana o musulmana no nos ha llevado por buen camino hasta ahora.
Debe existir una moral no tendenciosa o interesada que supere en criterios a las de signo religioso y que aglutine a la inmensa mayoría de los ciudadanos y no a parte de ellos.
Muchas veces el dejar en manos de otros el decidir si algo es moral o no, en un alarde más de la desidia , siglos mantenida, en la relación entre los hombres.