Personajes bíblicos: Noé

En nuestra cultura “seudocristiana” son conocidos muchos personajes cuya procedencia se desconoce. Tal es el caso de ciertos personajes bíblicos de los cuales se conoce el nombre, pero se ignora totalmente su historia y posible trascendencia.

Sabemos, o al menos hemos leído alguna vez, la trayectoria y las teorías de importantes filósofos o historiadores de los cuales se conserva apenas algún fragmento de sus escritos y, siempre, de varios siglos después de haber vivido ellos. Sin embargo no ponemos en duda su existencia.

En cambio cuestionamos la realidad de personas que aparecen en la Biblia, aunque los datos que tenemos de ellos son mucho más numerosos y fidedignos científicamente. Esta semana veremos algo sobre la vida de un hombre muy especial.

La primera referencia bíblica que encontramos de Noé es que “halló gracia ante los ojos de DIOS”, porque era un varón justo en medio de una generación corrompida moralmente. Por eso, cuando el Todopoderoso decidió destruir todas las personas existentes por la depravación y maldad a la que habían llegado, escogió a Noé para que se salvara y la humanidad fuera de nuevo engendrada a partir de este hombre; por eso se le llama el segundo padre de la humanidad (el primero fue Adán).

DIOS encomendó a Noé la construcción de una embarcación, de un “arca” donde se preservaría la vida de todas las familias del reino animal y de todas aquellas personas que estuvieran dispuestas a obedecerle a ÉL.

Para ello dio a Noé las medidas exactas que debía tener el arca y él y sus tres hijos estuvieron trabajando en la difícil obra que le había sido encomendada durante ciento veinte años. Sí, ciento veinte. Durante los cuales Noé intentó por todos los medios disuadir a la población para que dejara la inmoralidad y se volviera a DIOS. Durante más de cien años estuvo predicando que vendría un gran diluvio y la tierra sería destruida.

Nadie le creyó, y Noé y los suyos tuvieron que soportar años de burlas continuas, mientras construían una nave tierra adentro. Cuando la obra terminó DIOS ordenó a Noé y su familia entrar en el arca y ÉL mismo selló la puerta.

Todo esto podéis leerlo en el libro de Génesis, a partir del capítulo 5, versículo 29. Después de estar dentro del arca encerrados pasaron siete días sin ver una gota de agua ¿Os imagináis la mofa de toda la gente? Después con el agua todos perecieron. Dejaron de reírse.

Conclusión: Noé fue un hombre paciente, constante, humilde y obediente a DIOS. Fue un hombre de fe y tuvo la bendición de DIOS. Muchos de nosotros tenemos problemas para perseverar en cualquier proyecto.

La duración de la obediencia de Noé fue mayor que la expectativa de vida actual. Nuestro principal proyecto es, debe ser, nuestra propia vida. “Noé hizo conforme a todo lo que DIOS le mandó” y por ello su nombre permanece en la historia, por su obediencia y perseverancia, como ejemplo a seguir.

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