La Mussona abrirá el Carnaval
Personaje rescatado de la más honda tradición
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Imagen de la Mussona
Como ya es habitual desde hace ocho años la Suelta de la Mussona volverá a abrir el próximo jueves 15 de febrero las fiestas de Carnaval.
Con la llegada de la “fiera” se rememorará, una vez más, una antigua tradición que cada año viene contando en la localidad con mayor aceptación entre los festeros aguileños, congregando a miles de personas en el recorrido.
Desde que Lorenzo Hernández rescatará a este tradicional personaje han sido muchos los encargados de darle vida a esta representación de la dualidad entre el hombre y la bestia.
El año pasado fue Rafael Casado el elegido que apareció dentro de un disfraz de aspecto de tiburón, muy en consonancia con el mar que tan vinculado está a nuestra localidad.
Pero no solo ha sido Rafael el encargado de meterse en el pellejo de esta tradicional figura, todos los que la han representado se caracterizan por ser carnavaleros de pro, componentes de peñas tanto de día como de noche: Ismael, Lucía, Menchu, Maribel, Monse, María….Todos imprimiendo en la interpretación del personaje su sello personal. Este año es el turno de Juan Antonio Mulero, de la peña La Pirueta. Será él quien represente a la fiera y el que por una noche se transforme en este arcaico personaje rescatado de la más honda tradición carnavalera.
Pero la Mussona no estará sola por las calles de Águilas, su séquito, formado por cientos de carnavaleros la acompañará vistiendo de manera similar: con la cara tiznada de carbón, lentillas que dejan la mirada en blanco, caracolas, cencerros y burdos disfraces a base de sacos y mucho esparto.
“Mussonnann, Mussonnann….”, con este grito de guerra, parte la comitiva del Castillo, realizando un singular recorrido que transcurre por las calles Murillo, Paz, Mercado, Martínez Parra, Lara y Rey Carlos III hasta terminar desembocando en la Plaza de España.
Durante el trayecto la Mussona, derrochando ferocidad a raudales, despierta el bullicio entre las gentes, incordia a los espectadores, entra en las casas, roba la ropa y asusta a los más menudos, mientras su domador, provisto de pandereta y caracolas, intenta, en vano, que la “música amanse a la fiera”.
Una vez en La Glorieta, más de un millar de personas se dan cita para ser testigos tras un año de espera del tenebroso rito de la invocación en el que participan Carnales, Cuaresmas, Musas y Mussonas que ha tenido el Carnaval.
Concluida la invocación, toda la plaza es puro clamor y fiesta, comienza la gran traca, suena la música, corre la cuerva, por fin, después de un año esperando arranca la fiesta, comienza el Carnaval.