El Gobierno regional refuerza su lucha contra la caza furtiva y la vigilancia mediante drones de última generación
Medio Ambiente ya dispone de cinco drones silenciosos de bajo peso y con sistema GPS de alta precisión, equipados con sensores de vuelo nocturno y cámaras térmicas de visión nocturna para la detección de personas y animales
Las denuncias por furtivismo e infracciones de caza y pesca fluvial interpuestas por los agentes ambientales de la Comunidad caen un 60 por ciento desde 2020
El Gobierno regional, a través de la Consejería de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor, ha intensificado la vigilancia y control sobre la actividad cinegética y piscícola con el fin de erradicar la caza y pesca furtiva y las malas prácticas. Los agentes medioambientales han reforzado la vigilancia e inspección con 924 controles e inspecciones en 2024, que incluyeron la interposición de 70 denuncias y 13 atestados por actos ilícitos.
El consejero Juan María Vázquez presentó hoy un dron de altas capacidades, el quinto de la flota de la Consejería, con el que se ha dotado a los agentes medioambientales para “intensificar su capacidad de vigilancia, control e inspección”, informó.
Estas unidades realizaron el pasado año medio centenar de servicios para el seguimiento de fauna y control de actividades ilícitas, con estos aparatos silenciosos y de bajo peso, con sistema GPS de alta precisión, sensores de vuelo nocturno y cámaras térmicas que permiten la detección de personas y animales en condiciones de baja luz.
“Es una herramienta estratégica para la monitorización remota de zonas de difícil acceso y el control de áreas naturales que ya hemos utilizado para seguimiento de masas forestales afectadas por la sequía, así como para la realización de censos y seguimiento de fauna, además de en la lucha contra el furtivismo”, dijo el consejero.
También se han reforzado los equipos de geolocalización, con la adquisición de receptores GPS de mano para mejorar la precisión en las tareas de inspección y seguimiento en campo.
En 2024 además, se llevaron a cabo 511 controles sobre actividades cinegéticas y piscícolas, verificando las capturas y la documentación de cazadores y pescadores. También se realizaron 332 inspecciones en terrenos cinegéticos, vedados de pesca, granjas cinegéticas, piscifactorías y otras instalaciones. Estos controles e inspecciones sumados a los 924 destacados anteriormente hacen un total de 1.767 acciones.
La Región de Murcia cuenta con la Brigada de Caza y Pesca Fluvial (BRICAP) en el seno del Cuerpo de Agentes Medioambientales desde hace más de 15 años. Está compuesta por agentes especializados que complementan el desempeño de la totalidad de los agentes medioambientales en todo el territorio regional. Esta brigada a su vez cuenta con el apoyo de la Unidad Cinológica para detectar cebos envenenados.
Además de los drones, este año se han incorporado cámaras trampa y visores térmicos de última generación, que se suman a prismáticos, telescopios y sistemas de geolocalización parta monitorizar las zonas de alto riesgo, así como vehículos todoterreno para facilitar operaciones en terrenos complejos. También cuentan con chalecos antibala y armas reglamentarias más modernas, como parte del proceso de renovación de equipos con mejores prestaciones, y los agentes reciben formación para las intervenciones reglamentarias, como el control y parada de vehículos.
Cae el número de denuncias e infracciones
El número de denuncias por infracciones en materia de caza y pesca fluvial se ha reducido en casi un 60 por ciento desde 2020, cuando se registraron 174. El consejero destacó que “aunque hay una tendencia positiva, el objetivo es erradicar el furtivismo y las alianzas que establecemos con los distintos colectivos implicados resultan esenciales”. Esta colaboración incluye a la Fiscalía de Delitos Medioambientales, al Seprona de la Guardia Civil, la Federación de Caza de la Región y sociedades de cazadores, así como asociaciones y ONG de protección del medio ambiente.
En el marco de los servicios especiales centrados en la lucha contra el furtivismo, silvestrismo y marisqueo se emitieron 840 autorizaciones de caza para controlar los daños que producen a la agricultura algunas especies. Durante el mismo periodo, se gestionaron 3.763 precintos de especies de caza mayor y llevaron a cabo 134 acciones para el control sanitario de ungulados silvestres. En materia de fauna protegida, se efectuaron 130 servicios de seguimiento del lince ibérico y los agentes participaron en 176 acciones para la elaboración del futuro Mapa Cinegético Regional.
“Vamos a intensificar la vigilancia tanto en carreteras de acceso a cotos cinegéticos como en pistas forestales y caminos rurales, sobre todo de noche, y el control sobre las especies capturadas y los medios utilizados”, añadió Vázquez. En la Región destaca la caza del conejo, la perdiz y el jabalí, y en 2023 se expidieron 17.054 licencias. Actualmente hay 1.219 cotos de caza registrados, lo que supone un total de 708.685 hectáreas de terreno.
Los tipos de furtivismo más frecuentes son la captura de conejos de forma ilegal y su venta para repoblación de cotos de caza, la recolección de huevos de especies silvestres para su venta, el abatimiento de especies de caza menor durante la noche utilizando vehículos a motor o focos de luz, el uso de galgos para la captura ilegal de liebres, el uso de medios de captura prohibidos y los relacionados con la búsqueda de trofeos de caza mayor.
Entre las especies motivo de denuncias por caza ilícita o irregular destaca el ciervo, el jabalí, el gamo, el corzo, la cabra montés y el arrui. En los cotos de caza menor son motivo de expedientes sancionadores especies como la perdiz roja, el conejo y la codorniz.