La “cantera” del Carnaval se multiplica en los desfiles

Cada año aumentan los pequeños que se incorporan a las filas del pasacalles

Uno de los niños durante el desfile

Cada vez son más los niños que toman parte en los desfiles de Carnaval, despuntando ya, pese a su corta edad, como los “grandes” carnavaleros del futuro. Así, año tras año, aumenta considerablemente el número de párvulos que desfilan, tanto en peñas específicamente infantiles como en aquellas que no lo son, asegurando de esta manera la pervivencia durante muchos años de nuestras fiestas de Carnaval.

En esta ocasión fueron los más menudos de la peña Azabache los encargados de abrir el bloque infantil deleitando a todo el público con unos pasos de baile que nada tienen que envidiar a los de las formaciones adultas. Tras ellos las peñas Ipanema, Serpentina, Sinergia y Duende, también en la modalidad de infantiles, hicieron lo propio en el pasacalles dejando patente el buen hacer de las escuelas de baile de la localidad a las que los pequeños acuden durante todo el año para preparar los diferentes bailes con los que sorprenden a aguileños y visitantes durante los días de Carnaval.

Cabe destacar como la importante dimensión que la participación de los niños ha adquirido dentro del Carnaval ha dado lugar a que, también ellos, cuenten desde hace ya varios años con su propia versión infantil de los personajes de Carnaval Don Carnal, Doña Cuaresma y Musa. Unos personajes infantiles que en este Carnaval 2008, tal y como lo vienen haciendo de manera habitual, supieron dar la talla, tanto en su particular “batalla”, como igualmente en los desfiles.

La tradición comienza en muchos casos con las salidas “en familia”
De la misma manera, en lo que respecta a la participación de niños en la fiesta cabe destacar que son muchas las peñas que cuentan entre sus filas con familias al completo como puede ser el caso de La Clanka o La Pirueta, entre otras muchas. Sin duda un aspecto muy positivo por parte de los carnavaleros de siempre que intentan de esta manera que sus hijos sigan con la tradición que ellos iniciaron.

Nada hay que decir, por otra parte, de aquellos pequeños que apenas cuentan con meses de edad y que aparecen, bien subidos en las carrozas de sus respectivas peñas, bien en los brazos paternos. Su compostura asombra, tanto por el “saber llevar” el disfraz correspondiente, como por el movimiento de sus diminutos cuerpecitos, en anuncio de un brillante futuro como bailarines y, por tanto, partícipes activos de la fiesta.

Otro de los acicates para esta “cantera” del Carnaval está representado por la proliferación de las fiestas carnavaleras que, desde hace unos años, se organizan en los centros escolares, de entre los cuales “salen” elegidos los personajes infantiles.
En suma, todo esto lleva a la conclusión inmediata de que el Carnaval se vive en Águilas desde la más tierna infancia, llegando a una conclusión ya reflejada en la sabiduría popular como es el conocido refrán que dice “de casta le viene al galgo”. Buena salud para la fiesta grande y con visos de perpetuidad.