Grandes del toreo se dieron cita el viernes en Lorca

En la noche del viernes 2 de Febrero de 2018, en Lorca, por su III Ciclo Cultural organizado por el Club Taurino de Lorca, sucedió uno de esos encuentros únicos, que hacen sentirse realizado y satisfecho de haber escogido ser aficionado a los toros.
Cuatro maestros del torero, o lo que es lo mismo, cuatro amigos que sienten admiración el uno por el otro, dieron una lección magistral de sabiduría torera que encandiló a las más de trecientas personas que llenaron el salón alameda del Hotel Jardines de Lorca.
Fue una charla de tú a tú, sincera, amable, divertida, emotiva, real, dirigida magistralmente por Manolo Molés. Manolo, como no podía ser de otra manera, sacó la personalidad de los tres toreros que se sentaron junto a él convirtiendo el acto en toda una joya que todos los asistentes guardaran en su memoria.
No hubo barreras, y Tomás Campuzano, Víctor Méndez y Vicente Ruiz “El Soro”, dejaron vivencias y anécdotas de sus carreras taurinas y hablaron del estado actual de la fiesta sin olvidarse de reclamar la reconstrucción de la plaza de toros de Lorca. Por eso motivo, los tres toreros dejaron patente su disposición de torear un festival por la causa, en el caso que este hiciera falta celebrarse.
En la noche se descubrió que Tomás Campuzano es el segundo torero, por detrás de Lagartijo, que más Miuras ha toreado en Bilbao. El de Écija, actualmente apoderado, dejó patente la necesidad de darles cancha a los novilleros, porque sin novilladas, la tauromaquia no tiene futuro. Algo que remarcaron también sus compañeros de la noche. Tomás, figura del toreo en Venezuela, no lo tuvo fácil en España, donde toreó las corridas más duras del campo bravo, tanto fue así que recordó que los Miuras le perseguían hasta en sueños, sacando la sonrisa a todos los asistentes al acto.
Víctor Mendes, alentado por “El Soro”, dio una clase improvisada de buscar la pureza en la colocación de los pares de banderillas. El portugués, considerado el más puro en el segundo tercio, comparó el tercio de banderillas con el rejoneo, considerándolo un arte de líneas al que es muy difícil llegar a su perfección. El diestro luso remarcó su preocupación por la poca rivalidad de los actuales toreros en la plaza, poniendo su época como la que más amigos hizo, pero fuera de las plazas. Dentro de ellas la palabra amistad no existía.
Vicente Ruiz “El Soro” puso énfasis en la personalidad. Sin ella los toreros pasan a ser uno más. En ese sentido explicó que mientras otros toreros banderilleaban hacía delante él consiguió darle la vuelta y banderillear para atrás, creando los famosos pares de la moviola y el molinillo. La emoción llegó al recordar la tarde de Pozoblanco, donde perdió al que consideraba su maestro, Francisco Rivera “Paquirri” y al diestro albaceteño Dámaso González, con el que tuvo el placer de estar el pasado año en Lorca. Pero pronto cambiaron las tornas y Vicente, todo un showman, hizo que la risa fuera un tono contante en la noche.
Una noche que acabó con el nombramiento de Manolo Molés como socio de honor del Club Taurino de Lorca por iniciativa de su Junta Directiva, por su colaboración y lucha por la reconstrucción del coso de Sutullena. Un nombramiento que comparte con nombres de la talla de Francisco Rabal.
El Ciclo Taurino del Club Taurino de Lorca continúa el próximo viernes 9 de febrero con la tertulia “Rompiendo Barreras” con la presencia de la matadora de toros y madre del torero Fortes, Mari Fortes y Conchi Ríos que estarán moderadas por María José Barrera, hija del matador de toros caravaqueño, Pedro Barrera en el Palacio Huerto Ruano de la Ciudad del Sol a partir de las ocho y media de la tarde.

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