EL Equipo B, un referente del Carnaval de la noche

La peña sabadeña por excelencia, que nació hace 24 años, está dispuesta a seguir derrochando alegría desde bien temprano. Este año volverán a llamar la atención dando buenos “consejos” a los aguileños y visitantes
El Equipo B es una de las peñas más significativas del Carnaval de la noche en Águilas…una comparsa que,a pesar de la insistencia de la Federación de Peñas, siempre se han negado a abrir los desfiles.

Para definirlos habría que dar forma a una nueva categoría:, que no es otra que las peñas “sabadeñas”. Y es que, los más de 40 componentes de esta comparsa han marcado un antes y un después en la historia reciente del Carnaval aguileño.
Ironía, una burla social que acaricia los límites de lo permisible…pero, sobre todo, este grupo de amigos son un claro ejemplo de la magia del Carnaval.
Han pasado ya muchos años, difamos 24, desde que unos compañeros de fatigas y cubatas decidieron disfrazarse de “guarras de esquina” un sábado al mediodía, siendo muchas las peñas que han seguido sus pasos.
Durante estos años, han derrochado buenas dosis de ironía, tanto amables con un poco de “mala leche”… ¿Quién no recuerda a un grupo de manolas ataviadas con una original peineta y una vela encendida sobre su pecho que recreaba un símbolo fálico? ¿O aquel Nacimiento viviente que llevó a las beatas a persignarse a su paso y clamar al cielo con cara de resignación? ¿Ese año donde se metieron en la piel de unas atrevidas legionarias? ¿O cuando torearon en la Plaza de toros?
Sin duda, el Carnaval de 1994 fue uno de los destacados por parte de sus componentes. Ese año, el Equipo B desplegó un autobús-hospital con el nombre de la “Pava de la Pantoja” . También hay que destacar el 2003, un Carnaval en el que estos “golfos” del Equipo B se disfrazaron de escolares del “Colegio María Enculada”, tal y como rezaba en la parte trasera de su inseparable autobús.
Por supuesto, el año de “Legionarias” tampoco es para olvidar, sobre todo porque durante toda la tarde los acompañó el pregonero, José Antonio Camacho.
Estos últimos años se han disfrazado de cabareteras de Moulin Rouge, de enfermeras o de simpáticas “Folladoras del frac”, a las que no se les resistió ningún moroso.
En 2014 “limpiaron el polvo” de aguileñas y forasteras ataviadas de divertidas chachas y, en 2016, tocaba disfrazarse de cupidas, porque el sábado de Carnaval coincidió con el Día de los Enamorados.
El pasado Carnaval la temática no fue otra que disfrazarse de Princesa Leia y convertir el autobús en una nave espacial.
Este año vuelven dando guerra, con un disfraz bastante original y un mensaje claro: promover la cultura culinaria.