Los personajes del Carnaval “toman el poder”

Un año más, la gala del Cambio de Poderes, evento en el que los personajes del Carnaval toman el mando de la fiesta, volvía a abrir las puertas de la fiesta en el transcurso de una velada, conducida por la presentadora Eva Reverte, en la que la ilusión, los nervios, las lágrimas y la emoción se convertían en los protagonistas.

Sobre el escenario de la macrocarpa instalada en la explanada del Puerto, el ballet oficial de la Federación de Peñas, dirigido por Joaquín García, fue el encargado de calentar los motores de un evento que, este año, se caracterizó por el continuo recuerdo al gran carnavalero Manolo Meca, fallecido recientemente.

Cambio de PoderesLos personajes infantiles fueron los primeros en recibir su “poder”. El primero en hacer su aparición fue Unai Peón que será el encargado de meterse en la piel de la temible Mussona, un personaje que este año, por primera vez, cuenta con representante infantil. Tras él, representando a la austeridad y el recogimiento, llegaba Alicia Rojo, que recibía su poder de manos de su antecesora, Laura Quiñonero. Juan David Sánchez, Don Carnal 2008, hacía los mismo con Sergio Mula y María Piñero con la joven Laura Asensio que encarnará a la Musa de este año.

Celebrado el “traspaso” infantil, llegaba el turno de los personajes adultos. Ángela Cegarra, que el jueves tendrá su gran noche, llegaba al escenario con una de las mejores puestas en escena de la noche. La Mussonna del 2009 se rodeó de espectacularidad y logró, de manera impecable, recrear la tenebrosidad propia de su personaje al recibir el “palo de agua” de manos de Juan Moreno “Vicky”. Acompañada de tres “bestias”, dos de las cuales ya han dado vida a este personaje, Ángela supo imponerse con un acertado traje realizado en esparto, representado la parte más tradicional de la Mussona, y con un discurso cargado de emotividad en el que la aguileña habló de la importancia de valores como la amistad y la familia, agradeciendo todo el apoyo “de los que están y de los que ya se han ido”.

Seguidamente le tocó a Mayca Lorenzo, Doña Cuaresma, recoger el testigo de Teresa López. La Cuaresma lograba también el aplauso del público haciendo su aparición con una corte de bailarines y un espectáculo de inspiración egipcia.

Por su parte, Francisco Reche, Don Carnal 2008, entregó el “bastón de mando” a Juan Pedro Ruiz, elegido para representar el triunfo de la fiesta durante las mágicas jornadas del Carnaval. Recostado sobre un sillón y rodeado de bellas bailarinas, Don Carnal supo recrear la lujuria y el desenfreno que definen a este festejo. Con una elegante chaqueta confeccionada con plumas de pavo real y un antifaz cubriendo su rostro, anticipó que el próximo sábado en la batalla será un Don Carnal de los que no se olvidan. Finalizado el espectáculo, en el apartado de agradecimientos, Juan Pedro Ruiz, con la voz rota por la emoción, dedicó todo su personaje a Manolo Meca del que dijo estar seguro “de que me acompaña en alguna parte de este escenario”.

Finalmente, fue Noelia Molina, Musa del 2008, la que traspasaba su cetro a Julia de Haro, protagonista este año de inspirar toda la magia y prodigio del festejo. La Musa de esta edición hizo su aparición saliendo de un lienzo bajo los acordes de “La morena de mi copla” con un bello traje de inspiración flamenca.

Merecidos homenajes

El acto de Cambio de Poderes acogió también los reconocimientos a las peñas más veteranas y la imposición de máscaras de oro. Andrés Vera, presidente de la peña La Clanka, recibía un trofeo por su décimo aniversario mientras que Los Enanitos y El Roncaor hacían lo propio pero por sus veinticinco ediciones haciendo grande la fiesta aguileña.

La “Caracola de oro” fue para el director de Telepeñon, Antonio Santiago, mientras que las distinciones de “Máscara de oro” correspondieron a Pedro María Martínez, Luis Sánchez Montiel y Manolo Meca, esta última a título póstumo.

Fue precisamente cuando los padres del que fuera Don Carnal 2006 subían al escenario cuando se vivió el momento más emotivo de la velada. Con todo el público en pie y la ovación más prolongada de la noche, el pasado sábado quedó patente que el Carnaval es mucho más que una fiesta y que los carnavaleros son, por encima de rivalidades, una gran familia. El merecido recuerdo a Manolo Meca, presente en cada minuto de la gala, fue una constante. Se le recordó con alegría, como a él le hubiese gustado y con cariño, con todo el que una persona de su talla se merecía.

Porque aunque Manolo Meca decía adiós hace escasamente un mes su huella marcará para siempre la historia de los Carnavales de Águilas. Su sonrisa, su simpatía y, sobre todo, su calidad humana harán que siempre lo recordemos entre plumas, papelillos y lentejuelas, enfundado en su espectacular traje dorado al grito de ¡Arriba Don Carnal!.

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