Catadores “a la antigua”
En esta ocasión el jurado, ataviado de recatadas “señoritas”, estuvo integrado por total de 160 componentes
Imagen del jurado de la cuerva
El jurado multicolor, como cada año, se dirige a la cantina deseoso de saciar su paladar, de dar cata al brebaje milagroso que, según dicen, ahuyenta los malos espíritus, ebrios, claro está de tanto alcohol. Una pócima que esconde, en las páginas de un recetario, la esencia del Carnaval: la alegría, el baile, la tradición… en unos días donde la magia de esta fiesta no deja títere sin máscara, ni máscara sin cuerva.
Mano a mano con el jamón, el pan campero y buenos embutidos, el jurado de la cuerva vuelve un año más para puntuar a los mejores caldos que, como cada año, elaboran los establecimientos y chiringuitos que se suman a la fiesta en toda su “divertida” diversidad.
En esta ocasión, los “catadores” (un jurado compuesto por un total de 160 miembros) marcharon al frente del director adjunto del rotativo La Verdad, Mario Caballero, Gran Maestre de la Cuerva 2007, quien sin duda supo dirigir con buena mano a este grupo de expertos, que a lo largo de la noche del pasado viernes y la madrugada de ayer, cumplieron con la responsable y difícil misión de discernir cuál de las alrededor de noventa cuervas participantes en el certamen de esta edición (70 bares y 20 chiringuitos), era la mejor para ser clasificada dentro de los premios de este certamen, ya reconocido a nivel nacional.
Previo al inicio de las catas, los seis jurados, ataviados este año de recatadas “señoritas antiguas” hicieron su habitual presentación frente al Ayuntamiento, donde cantaron al alcalde sus alegres y sarcásticas “letrillas”, alusivas por lo general a reivindicaciones, peticiones, sin faltar las críticas a la gestión municipal, etc. Inmediatamente después, la comitiva se desperdigaba por Águilas, para cumplir su dulce y embriagadora misión de cada año.
Una larga noche de “juerga”, sin duda, para los catadores, ya que además de “alegrar” el cuerpo con los efectos del brebaje mágico, no dejan pasar la ocasión para el disfrute propio de la fiesta, sumándose a la algarabía que ya empieza esa noche a dejarse sentir por lo largo y ancho del municipio.
Los disfraces, asimismo, van haciendo su aparición, sin olvidar tampoco que esa misma velada se celebraba la Batalla Infantil, con la consecuente afluencia de pequeños, unos ataviados para la ocasión, otros de meros acompañantes, circunstancia que también contribuye a pintar la noche de colorido y un ambiente carnavalero que ya se dejó notar en gran medida la noche del jueves, toda vez que finalizara la popular Suelta de la Mussona, espectáculo que cada año da el pistoletazo de salida a la fiesta grande aguileña por excelencia.
La noche de la cuerva es, sin lugar a dudas, la noche de todos los tiempos dentro del Carnaval de Águilas, teniendo en cuenta que esta bebida se conforma como el emblema del mismo en todas sus épocas, desde los mismos orígenes de la fiesta hasta el día de hoy, en que ha alcanzado un puesto privilegiado dentro del cartel festivo, gracias fundamentalmente, a la celebración de este singular concurso.
Cabe recordar que los premiados dentro del certamen se darán a conocer el próximo sábado, día 24, en el acto de entrega de trofeos que, en diversas modalidades, tendrá lugar este año en la carpa instalada en el puerto por la Federación de Peñas de Carnaval, y donde se han celebrado todos los actos que exigían su celebración a “cubierto”.