Un año más el desenfreno de Don Carnal gana la batalla a la Cuaresma

La Batalla entre Don Carnal y Doña Cuaresma congregó a miles de personas en la “La Glorieta”

Batalla de Carnaval

Imagen de la Batalla

La noche del sábado Águilas explotaba en fiesta, colorido y diversión convirtiéndose, un año más, en la “noche grande” del Carnaval aguileño y es que, no hay que olvidar, que es durante este jornada cuando se libra la batalla entre Don Carnal y Doña Cuaresma.

Pasadas las diez de la noche hacían su entrada por La Glorieta Cristina Sánchez, de la peña Cáucaso, encargada de representar a Doña Cuaresma y Cristóbal Gómez, de Matalentisco Boy´s, que en esta ocasión ha dado vida a Don Carnal, ambos acompañados de sus huestes.

Cabe destacar la espectacular entrada que hacían los dos personajes. Don Carnal llegaba hasta la plaza de España convertido en un poderoso Neptuno sobre una carroza tirada por dos delfines y lo hacía acompañado por una innumerable corte de sirenas que, entre música y baile, dejaban bien claro que para el Carnal la fiesta, la diversión y lo mundano son sus principales consignas.

Doña Cuaresma, por su parte, hacía lo propio enfundada en un espectacular y elegante traje negro y dorado y entraba en La Glorieta por el centro de un pasillo formado por todo su séquito que portaba lanzas de fuego en las mano.

Una vez situados ambos bandos en sus correspondientes campos de batalla dio comienzo la peculiar lucha. A “cascaronazo limpio” estos “enemigos circunstanciales” dejaron bien claro que el enfrentamiento se presentaría duro, pues ninguno de los dos estaban dispuestos a cejar en su empeño por lograr que vencieran sus consignas.

Tras el enfrentamiento dialéctico, del que hay que decir estuvo marcado por la constante ironía y los numerosos alegatos de la beata Cuaresma en contra “de las indecencias de Ícaro”, una vez más Don Carnal se proclamó vencedor, dando paso así a las tres consabidas jornadas de No obstante, Doña Cuaresma dejaba bien claro el largo período de austeridad que aguardaba a todos los festeros tras el corto reinado de su rival.

Una vez concluida la batalla los dos contrincantes subieron hasta la balaustrada del Ayuntamiento donde le esperaban el resto de personajes que tampoco quisieron perderse la mágica noche del sábado.

Una vez allí, “el balcón de los sueños” se llenaba con la presencia de la que es la inspiración de todos los carnavaleros, la Musa 2.007, Ana Gemma García, de la peña La Pandereta. Con un elegante vestido blanco y rodeada de todo el esplendor propio de este personaje logró levantar el clamor popular de miles de aguileños y visitantes con su intervención desde la balaustrada del Consistorio.

En su emotivo pregón la Musa dedicaba palabras de cariño hacia todos los componentes de su peña al tiempo que aseguraba haber cumplido el sueño de convertirse en la Musa de la fiesta.
Tras su intervención llegaba el turno de las risas y la diversión, algo que todos teníamos claro habida cuenta de que el pregonero de estos Carnavales no ha sido otro que el popular Juan y Medio.

El presentador andaluz llegaba al atril del balcón sin papeles porque según aseguró “soy producto de la improvisación”. Y tras su pregón se puede asegurar, sin lugar a dudas, que la improvisación triunfó ya que Juan y Medio o Juanito como coreaban las miles de personas que se agolpaban en La Glorieta lanzó un pregón brillante, cargado de ironía y descaro.

El público congregado quedó encantado con la simpatía de este inusual pregonero que llegó incluso a rebautizar el castillo de Águilas como “el de San Juan y Medio”.
En definitiva, una actuación, la de Juan y Medio, de “altura” y no solo por la estatura del presentador sino porque supo ganarse al público, con sus continuas bromas de las que no se salvó ni el alcalde.

Así, los balcones del Ayuntamiento se cerraban tras la intervención de su máximo representante, Juan Ramírez Soto, quien un año más supo resumir el sentido de unas fiestas que el municipio ha sabido colocar a muy alto nivel, consiguiendo la catalogación de Interés Turístico Nacional.

Previamente a todos estos actos, y de manera más oficial y protocolaria el alcalde de Águilas y el presidente de la Federación de Peñas, José Alonso, habían recibido de forma oficial en el Salón de Plenos al pregonero, Juan y Medio,y al gran Maestre de la Cuerva, Mario Caballero. Tras la recepción se les hizo entrega de una placa conmemorativa, se les impuso la máscara de oro y se les entregó el águila del municipio.

El gran ausente en este acto fue José María Íñigo, director de la revista “Viajes y Vacaciones” sobre la que ha recaído el Cascarón de Oro. Íñigo se excuso a través de un escrito asegurando que el hecho de trabajar a diario le impedía acudir a Águilas a recoger la distinción. Un gesto muy poco acertado por parte del director de la publicación premiada que nada tiene que ver con la actitud de Juan y Medio que pese a tener obligaciones laborales al día siguiente de su pregón no dudó ni un instante el trasladase a Águilas aunque solo pudieran ser unas horas.

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