La visita del listo

En mi inopinada , imprevista y masoquista, por mantenida, penitencia de la lectura del ABC, que alguien ha tendido el gusto de regalarme a diario, no dejo de sorprenderme de algunas noticias que parece sólo valen para este periódico. Como la que habla de la propuesta del presidente de las Comunidades Judías en España para que, en nuestro país, se convierta en delito la negación del Holocausto.

No sé si es cierto eso que corre por el internet de que es más arriesgado bajarse música al ordenador que robarla en El Corte Inglés. Si lo es, necesitábamos que alguien nos acercara más al absurdo. Para eso ha presentado su queja el Sr. Israel , para ponernos a prueba; y ha pedido que se nombre a un fiscal para perseguir a los que digan que del Holocausto, oye, que no se recuerdan. Se la van a cargar, desmemoriados hijoputas, o colaboracionistas palestinos camuflados, células durmientes de defensa de terroristas palestinos. Menos mal que entre los muchos aciertos de este gobierno se ha encontrado el hacerle puñetero el caso a semejante sujeto. El problema de este descastado es que el holocausto palestino parece pasarlo por alto del modo más cínico; y su problema es que somos más a los que nos preocupa más lo que pasó la semana pasada y lo que pasará mañana en la tierra palestina que aquello que la historia ya ha enterrado junto al cabrón de Hitler.

Su problema sigue siendo que en los países librepensadores su empeño de mantener viva la hegemonía de lo judío no llega más allá de lo anecdótico. Su problema ahora es llegar a tiempo a Jerusalén para optar por cortar la electricidad a los hospitales palestinos o mandar helicópteros a bombardear civiles miserables con tez morena.

Los que defienden su tierra de un agresor no pueden considerarse terroristas en la misma medida que los que pretenden unos derechos que nadie les ha concedido, o que no se han ganado ante la comunidad internacional. Hay más acuerdos del la ONU a favor de los palestinos que del llamado pueblo judío. Lástima que la ONU no sirva absolutamente para nada. Ahí la principal prueba. Así que el señor Israel se ha ido de España con las manos vacías, no ha conseguido lo que buscaba, ir aplicando penas por todo el mundo a todo aquel que les mire mal. Bueno, a todo el mundo no ha llegado. Creo que le falta Irán, Siria , Marruecos , Indonesia y algunos países más. No deja de ser atrevido, tratándolo benévolamente, que haciendo el daño que hacen a diario a los palestinos, después de robarles la tierra y humillarlos, salgan al exterior a suplicar palmaditas en la espalda.

Al listo, que en España no se le ha hecho puñetero el caso. Se veía de venir.
Incluso en tiempos de Franco, las simpatías de los españoles han estado más con los pueblos árabes que con el judío. Nuestra historia nos ha enseñado mucho y el efecto es resultado de la causa.

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