El trabajo bien hecho
Aunque el Carnaval tenga unos premios (que se llevan unos pocos), y que respecto a los cuales nada tengo que decir, pues aunque soy participante en una peña, no es mi intención competir, sino divertirme, creo, por tanto, que su sentido último es precisamente ese, ser partícipe de la fiesta sin mayores aspiraciones.
Ahora bien, quiero aprovechar este espacio para poner de manifiesto que todas las peñas, todas, sin exclusión, trabajamos de manera seria y con un gran sentido de la responsabilidad.
El trabajo es a conciencia, duro y sacrificando muchas horas de nuestros quehaceres diarios, incluso nocturnos. Con todo ello quiero expresar que el esplendor de los desfiles es fruto del esfuerzo de todas y cada una de las peñas que lo hacen posible.
No de unos pocos. Que el peso es llevado entre todos y cada uno. Que son muchas las personas que ayudan y colaboran con las peñas, tanto a nivel personal, con su trabajo, como a nivel económico. De todos ellos es el Carnaval, al margen de trofeos y reconocimientos.
María del Campo