El Águilas F.C. logra una victoria clave ante el Atlético Pulpileño

El Águilas venció al Atlético Pulpileño por tantos goles como exámenes tenía todavía que superar: ganar ante su público, contra un rival candidato al ascenso y mejorar la eficacia cara a puerta. Los de Vicente Mir, en un impecable ejercicio de sobriedad y compromiso, se impusieron a su rival con goles de Petravicius y Adri por partida doble, en un partido mucho más igualado de lo que el resultado invitaría a pensar y en el que Iván Buigues tuvo una importancia capital.

La primera mitad presentó a dos equipos que se respetaron más de lo que con total seguridad hubiesen deseado los espectadores. El Águilas, en un intento por evitar repetir los errores que le costaron la derrota en el duelo de la primera vuelta. Y el Pulpileño, reduciendo los riesgos en busca de un empate que, en honor a la verdad, no le debía parecer un premio desdeñable.

Con los de Vicente Mir presionando la salida de balón desde un bloque bajo y los almerienses tocando en corto en su propio campo, era ciertamente difícil que los goles o las ocasiones se dejasen ver por El Rubial. Y en ese contexto, sólo el balón parado podía desequilibrar la balanza y romper la igualdad que imperó hasta el 38’. Barrenetxea colgó con cianuro una falta lateral que nadie acertó a despejar y que tras rebotar -involuntariamente- en el codo de Petravicius se alojó en la portería que defendía Héctor. La defensa del Pulpileño protestó con vehemencia la posible mano del delantero báltico, pero Puche Ponte no vio nada punible y dio validez al gol. Era el 1-0 y con ese marcador se llegaría al descanso.

Tras la reanudación, la tónica no fue distinta. Batalla ‘de poder a poder’ y una escasez de ocasiones claras que, esta vez, beneficiaba a los locales. Con el paso de los minutos, sin embargo, los rojinegros fueron empujando al Águilas contra su portería. Y justo ahí, el Águilas tiene a uno de sus futbolistas más diferenciales. No es necesario conocer personalmente a Samu, delantero del Atlético Pulpileño, para adivinar que esta noche ha soñado con Iván Buigues. El de Muchamiel le privó, en hasta dos ocasiones, de poner la igualada en el marcador. Diez jornadas suma el conjunto blanquiazul sin recibir gol. Toda una vuelta, que se dice pronto. Y de esa estadística tienen mucha culpa, en el mejor de los sentidos, la agilidad, los reflejos y la colocación del ex del Hércules.

Adri, que entró en la segunda parte, se empeñó no obstante en disputarle el título de ‘Hombre del partido’. Precisamente el segundo de esos dos milagros a los que hacíamos mención derivó en un contraataque maravillosamente dirigido por Íñigo Barrenetxea y en el que el extremo lorquino, con un autopase, ganó por velocidad a su excompañero Rubén Primo y batió a Héctor en el mano a mano. Era su primer gol de la temporada… pero no el último, pues sólo diez minutos después, completó su doblete y la sentencia del encuentro, al rematar a placer una jugada de pura fe de Dani Bermejo.

Golpe en la mesa de un Águilas que reduce hasta un punto su distancia con el Atlético Pulpileño y aprieta aún más si cabe la lucha por el ascenso a tan sólo siete días de acabar la liga regular en casa del Bullense; y a dos semanas del comienzo de la segunda fase de la competición, donde le esperan el Mar Menor (43 puntos con un partido más), Cartagena B (37) y un tercer rival que saldrá de la pugna entre Racing Murcia (34), La Unión (33) y Cartagena UCAM (32).