Las saetas a la Madre de los aguileños protagonizaron la noche del sábado
La saeta, ese canto religioso que se interpreta individualmente, sin más acompañamiento que la voz del intérprete y su fe. Cante jondo de origen andaluz y flamenco, que nace de las creencias más profundas de cada individuo y que suena a lamento desgarrado.
Las saetas son esas melodías inequívocas que cada Semana Santa son interpretadas por voces anónimas que brotan desde las alturas para canalizar una plegaria llena de piedad y de arrepentimiento.
La noche del pasado sábado esas voces quebradas dejaron de ser anónimas ya que la Parroquia de San José volvía a acoger una nueva edición de la Exaltación de la Saeta “Villa de Águilas”.
A las 20:30 horas daba comienzo, dentro del templo, un espectáculo sobrecogedor donde las voces de los saeteros aguileños, Juan Lorenzo, “Jagüicas”, María Contreras y Alonso Higueras, y la de las artistas almerienses, María José y Montse Pérez, se alzaban para entonar melodías desgarradas dedicadas a la Madre de los aguileños, Nuestra Señora la Virgen de los Dolores.
El acto, organizado por la Asociación Tradición y Folklore, contó con la asistencia de numerosas autoridades públicas entre las que se encontraba el edil de Cultura y Patrimonio, Francisco Miguel Martínez, la concejal de Urbanismo y Disciplina Urbanística en el Consistorio aguileño, Isabel María Soler y el presidente del Cabildo de Cofradías de Semana Santa, Sebastián Muñoz.
Esta octava edición de la Exaltación de la Saeta ha emocionado, un año más, a los numerosos asistentes que acudieron a la cita con la devoción por la Patrona de Águilas.