El Resucitado pone fin a una Semana Santa que cada año va a más
Hoy, Domingo de Resurrección, la procesión del Cristo Resucitado y San Pedro Apostol ha puesto el broche de oro a la Semana Santa aguileña.
A las ocho de la mañana, la imágenes del Cristo y de San Pedro salían de la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen para recorrer las calles Antonio Manzanera, Floridablanca, Castelar, Juan Jiménez Crouseilles, Plaza de España, Conde de Aranda, Juan Carlos I y Luis Prieto. Ambos iconos fueron portados a hombros por los portapasos de esta Cofradía, en una bella procesión que finalizó dos horas después, de nuevo en la Iglesia del Carmen. En este templo, el trono que portaba al Resucitado se encontró con el de la Virgen de la Esperanza, una nueva talla que este año se ha sumado a las procesiones aguileñas y que también desfiló el Lunes Santo, junto al Apóstol San Pedro.
El momento del encuentro fue muy emotivo y, sobre todo, destacó el seguimiento de los aguileños, que acompañaron a las imágenes en el recorrido. Asimismo, tras el Cristo Resucitado se pudo ver una representación de las cofradías aguileñas y miembros del gobierno local; aunque se echó de menos a algún concejal de la oposición, que si estuvieron en el resto de procesiones…claro está, no era domingo y tampoco las ocho de la mañana.
Con la procesión del Cristo Resicitado se pone punto y final a la Semana Santa aguileña, unas fiestas religiosas que cada año van a más, no como el Carnaval, tanto en número de actos como en afluencia.