Unas monas bajo las nubes
A pesar de que no llovió, muy escasas fueron las horas en que lució el sol en este día de monas
La señora muestra lo poco que queda del jamón tras un día de buenas comidas
Tras vivir una Semana Santa pasada por agua, llegaba el momento de celebrar las monas. El pasado Domingo 8 de abril, gran cantidad de familiares y amigos se trasladaban a las playas y al campo de Águilas, para pasar un día en reunión, compartiendo comidas y juegos.
Otros eligieron la opción de pasar este día, en el que se celebra la resurrección de Jesucristo, en las casa de campo. A pesar de que el sol no lució, la lluvia tampoco fue la protagonista, el día estuvo triste y nublado, pero esto no impidió a los aguileños que celebraran el tan esperado día de monas.
Desde primeras horas de la mañana, las familias y amigos se trasladaban al sitio elegido para colocar toldos y comenzar a realizar las hogueras para hacer la comida. A pesar de que este año, debido a las lluvias, el número de grupos que celebran la mona ha sido reducido considerablemente, mucha ha sido la gente que el mal tiempo no le ha impedido pasar un día de campo. Los lugares más solicitados en estas fechas para acampar son las playas de la Higuerica, la Carolina, Cala Cerrada y como no la playa del Arroz, en la que tienes para elegir campo o arena. Otros han preferido alejarse más del pueblo y dirigirse a Calas como Cala Blanca y el Sombrerico.
Para comer, pues como no en la mayoría de los “campamentos” la principal protagonista fue la paella, para cenar un cambio de tercio y se pasaba a la carne, incluso lo más selectos se atrevieron con el marisco y la gamba. A medía tarde los niños jugaban al balón, a la comba o a lo que surgía en el momento, mientras que madres y padres se entretenían con juegos de mesa. Los paseos por el campo, también se dieron, sobretodo, aprovechando la lluvia, se realizaron recogidas de caracoles que se utilizarán para el próximo arroz familiar.
Los más jóvenes, dejaron un poco de lado las procesiones y algunos el mismo jueves santo comenzaron sus días de monas hasta el domingo. Remojados y bastante, los chicos y chicas, aguantaron sus tiendas bajo la lluvia aprovechando los momentos en los que no llovía. Estas fechas no son las más afortunadas para irse de acampada, ya que, la lluvia que escasamente suele aparecer durante todo el invierno, en estas fechas suele hacer presencia.
Pero los aventureros y amantes de las monas se organizan bastante bien y en sus campamentos no falta de nada, motores y baterías para facilitar la luz, amplías tiendas de campaña, toldos que hacen de comedor y salón de juegos, parrillas, planchas y barbacoas, incluso algunos llegan a más y al pasear por los diferentes campamentos podías encontrar televisiones e incluso videoconsolas.
El viernes santo, calló un tremendo aguacero, que impidió la salida de las procesiones pero eso no impidió que los jóvenes aventureros levantaran su campamento, resguardándose, como buenamente podían los chicos cumplieron su objetivo de aguantar hasta el domingo de monas. De echo, automáticamente después de la lluvia, el sol comenzó a lucir permitiendo a los que estaban de monas disfrutar de un buen día. No obstante, el sábado y domingo no llovió lo que permitió que las monas se disfrutarán con mucha más comodidad.
Sin ningún lugar de dudas, el día que los aguileños más se dirigieron a las playas y al campo fue el domingo. Mientras que el lunes y martes de monas, prácticamente perdidos, no fueron muchos los que decidieron salir de camping, sobretodo debido al mal tiempo que se vivió estos días.
Esperemos que en las próximas monas el sol luzca más que en este año, permitiendo a los aguileños y turistas, disfrutar de estos días de playa y campo.