La monas, una tradición que se mantiene

En Águilas es costumbre pasar los días de Semana Santa en familia, ya sea en la playa o en el campo. Antiguamente, esto se hacía para festejar el Domingo de Resurrección, siendo medio festivos el lunes y martes posteriores. Sin embargo, el acuciante laicismo de la sociedad ha hecho que los días de monas se alarguen a casi toda la Semana Santa.

Muchos grupos de amigos plantaron sus tiendas de Campaña el Viernes de Dolores y pasaron toda la semana como excursionistas de ocasión; eso sí, con todas las comodidades. Grupos electrógenos para congeladores han sustituido a las neveras de plástico con hielo de antaño; las tortillas de patatas y la magra con tomate, las venden precocinadas en los grandes almacenes; y el arroz hecho en fuego de leña es demasiado trabajoso comparado con unos bocatas de atún rápidos y sencillos. En fin, los días de monas no son lo que eran.

Antes había ciertos alimentos típicos de Semana Santa, uno de los cuales da su nombre a estos días que protagonizan estas líneas, las Monas de Pascua.

Se trata de un alimento típico de Valencia, Cataluña y de ciertas zonas de Murcia. Es una torta de la Pascua cuya degustación simboliza que la Cuaresma y sus abstinencias se han acabado. El nombre proviene de la munna término árabe que significa «provisión de la boca», regalo que los moriscos hacían a sus señores. La que se consume durante las fiestas de Pascua es un bollo elaborado con la misma masa que el panquemado que lleva un huevo cocido encima, sobre el que se pone una cruz de masa del dulce.

La mona se suele consumir durante la merienda de los días de pascua acompañada de longaniza de Pascua siendo costumbre cascar el huevo en la frente de otra persona. También es posible acompañarla de chocolate si la mona ha sido espolvoreada de azúcar y carece del huevo cocido. Es tradición ir de excursión al campo o a la paya a pasar la tarde comiendo la mona.