La Isla del Fraile y su entorno, declarados Bic


La Dirección General de Bienes Culturales, ha decidido declarar como bien de interés cultural, con categoría de sitio histórico, la Isla del Fraile, la Punta del Cigarro y su entorno subacuático, en Águilas

Resolución:
Resuelvo:
1) Incoar procedimiento de declaración de bien de interés cultural, con
categoría de sitio histórico, a favor de la Isla del Fraile, la Punta del Cigarro
y su entorno subacuático, en Águilas (expediente administrativo número DBC
000243/2011).
2) De conformidad con lo dispuesto en el artículo 13.4 de la Ley 4/2007, de
16 de marzo, de Patrimonio Cultural de la Comunidad Autónoma de la Región
de Murcia, determinar la aplicación provisional del mismo régimen de protección
previsto para los bienes declarados de interés cultural al bien afectado por esta
resolución de incoación.
3) Describir para su identificación el bien objeto de la incoación, delimitando
la zona afectada, en el Anexo que se adjunta a la presente Resolución.
4) Seguir con la tramitación del expediente, según las disposiciones vigentes.
La presente resolución no pone fin a la vía administrativa y contra la misma
puede interponerse recurso de alzada ante el Excmo. Sr. Consejero de Cultura y
Turismo en el plazo de un mes contado desde el día siguiente a su notificación,
según lo dispuesto en el artículo 107.1 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre,
de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento
Administrativo Común y en el artículo 13.2 de la Ley 4/2007.

1.- Identificación.-
1.1 Denominación.- Isla del Fraile, Punta del Cigarro y su entorno
subacuático.
1.2 Localización.-
Municipio: Águilas
Localización cartográfica: Hoja nº 977 (escala 1:25.000)
Hojas n.º 977-8-5 (escala 1:5.000)
Coordenada U.T.M. de un punto central: X: 628.720.41; Y: 4.141.474.02
Altitud máxima: 93,05 m.
2.- Descripción.-
La Isla del Fraile y la Punta del Cigarro se sitúan en la parte oriental de
la Bahía del Hornillo (Águilas); dicha bahía a su vez se encuentra a unos dos
kilómetros del centro urbano de Águilas, con el que actualmente forma un
continuo urbano. Esta pequeña bahía está protegida en su extremo occidental por
la Punta del Nido del Cuervo, y en su extremo oriental por la Punta del Cigarro,
y se cierra al este por la Isla del Fraile. Esta bahía encierra varios elementos
singulares del paisaje de Águilas tales como el embarcadero de El Hornillo,
declarado BIC, la playa de los Cocederos, la playa del Hornillo y la Playa Amarilla.
El acceso marítimo a la isla se realiza preferentemente desde sus lados norte
y noroeste; por el lado norte la isla es accesible también desde la Punta del
Cigarro a través de una lengua de arena de unos 140 m. de longitud que queda
sumergida a una profundidad aproximada de 1, 50 m., la cual varía según las
mareas. Esta conexión está directamente vinculada al punto principal de acceso
a la parte superior de la isla, y atravesaba el sistema de construcciones que la
circunda por sus sectores norte, este y oeste.
Por la zona oeste, la isla es accesible desde el mar a través de un pequeño
abrigo en la costa que presenta accesos directos a la zona en la que se ubicaba
la actividad industrial de los s. XIX y XX, destinada a la cocción de cal y a la
extracción de tierra láguena, en una zona protegida de los temporales de levante,
lo que le confiere las mejores condiciones para embarcar la producción de la
mencionada industria.
En el sector septentrional de la isla se observan gran cantidad de estructuras
que siguen una disposición paralela y se adaptan a las curvas de nivel. Es
visible en todo este sector un potente muro realizado con argamasa de cal y
piedras que parece formar de un gran aterrazamiento que permitiría adecuar
una superficie plana en la ladera inferior de la isla, en el sector septentrional.
También se puede identificar la zona de atraque y el acceso a dicha plataforma
en la que se advierten también una serie de piletas, algunas en buen estado de
conservación. En relación a su funcionalidad se ha de señalar que la pesca y las
industrias derivadas de la misma fueron junto a la minería las principales fuentes
de riqueza y prosperidad al menos desde época imperial. Las fuentes dan fe de
esta realidad, destacando la abundancia y calidad de las factorías de salazones
en Cartago Nova y su entorno del que Águilas y la Isla del Fraile formaban
parte. Especial reputación ostentaba el denominado garum sociorum, también
denominado garum negro o de los aliados, elaborado con caballa. En época altoimperial
estos productos eran comercializados y distribuidos por la metrópolis pero en época bajo-imperial los centros de distribución se multiplicarán como
indican los hallazgos de Puerto de Mazarrón y de la propia Águilas. Su apogeo
se centra en los s. IV y V d.C. En este sentido el desarrollo económico de este
sector costero del sureste que se advierte en este periodo está vinculado a la
pesca y a la elaboración de salazones. Las instalaciones documentadas en Puerto
de Mazarrón y en la propia Isla del Fraile son excelentes exponentes de este
fenómeno.
En época medieval son visibles diversos materiales, esencialmente cerámicos
distribuidos por el sector septentrional de la isla. No obstante, a falta de
excavaciones, parece que la isla debió servir de apoyo a la pesca y como refugio a
embarcaciones. Las siguientes referencias se remontan a la época fundacional de
Águilas, en concreto a un informe de J. Scofet de 1773, quien en relación a la Isla
del Fraile ofrece una somera descripción, en la que destaca los imponentes restos
arqueológicos que allí se encontraban y su estado de conservación, asimismo
menciona la existencia de un curadero de esparto en su interior:
“Este aislado peñón que llaman del Fraile es más de 80 varas de altura y
formando un escarpado de mucha elevación, totalmente inaccesible. Es de
difícil acceso aunque presenta una estrecha falda con ruinas de edificios que
manifiestan haber sido habitados y a la altura de 5 a 8 varas del mar se reconocen
los vestigios de una obra fortificada cuya extensión tenía 500 varas de longitud
y actualmente se descubre por toda ella un muro de buena mampostería de cal
y canto con varios ángulos entrantes y salientes que a excepción de las juntas
que ha descarnado el agua batiéndose con las olas, conserva su solidez a pesar
de los dilatados tiempos que se indican la antigüedad de su buena construcción.
Esta ventajosa situación la eligieron los antiguos para fortificar y resguardar el
puerto del Hornillo. Conviene, pues, asegurar la expresada situación para refugio
de toda especie de embarcaciones que en el mismo puerto amparan. Hoy tiene
en su interior el curadero de esparto que sirve para las fábricas establecidas en
Águilas, y algunas barracas de pescadores pero sin casa ni resguardo alguno”.
El s. XIX supone la recuperación de la actividad industrial sobre la zona
que han dejado una importante huella en la isla. Las primeras noticias de
actividad industrial sobre la Isla del Fraile son las descritas por el historiador
aguileño Luís Díaz Martínez en su obra La Minería en Águilas (1999), donde
destaca sobre la concesión que en 1879 le hizo el Gobernador Civil de Murcia
para la explotación de una cantera de yeso y cal a D. Manuel Fernández y
Fernández-Rufete. En la Concesión no se especifica ningún dueño anterior,
por lo que se deduce que al menos hasta 1879 la Isla del Fraile no tuvo más
dueño que el Estado. Manuel Fernández, en 1880 la traspasa a D. Francisco
Dorna Bofarrul, comerciante, natural de Cartagena, para explotar la cantera
de la Isla y construir un horno de cal.
Todos estos datos indican que al menos desde la Ley de desamortización
de Madoz el Estado español fue titular de la citada finca y a través de los
Gobernadores Provinciales se otorgaron sobre la misma concesiones para
la explotación de canteras sobre la misma y posteriormente se subastó y se
trasmitió en dos ocasiones, siendo estos sucesivos propietarios los que se harían cargo de la explotación de la misma.
Estos datos parecen coincidir con los documentos gráficos en forma de
fotografías que de esa época podemos consultar vinculados a las obras de construcción del muelle-embarcadero del Hornillo que se empezaron en 1901 y
acabaron en 1903.
En estas fechas iniciales del s. XX se constata la actuación sobre la isla de la
activa colonia británica implantada en Águilas vinculada fundamentalmente a la
minería o el desarrollo del ferrocarril. En estas fechas la isla está en posesión de
Juan Gray Watson, uno de los exponentes de esta nueva clase social británica,
célebre personaje de la época por ser partícipe de la vida social de la localidad
y por ser, según historiadores y cronistas locales, uno de los introductores del
fútbol en la localidad a finales del S XIX.
El siguiente concesionario fue Alejandro Borthwick, responsable de algunas
de las construcciones existentes en la isla e identificadas como “Construcción 2“
y “Construcción 3” en el presente informe, relacionadas con la explotación de los
yacimientos de “tierra láguena” (arcilla compuesta por silicato de alúmina, hierro
y cal, que se utilizaba como impermeabilizante en los tejados de las casas).

3.- El medio físico
3.1.- Características Geológicas. Las características geológicas del ámbito y
la diversa composición de su suelo han sido uno de los condicionantes de las
actividades que sobre el mismo se han ejecutado, así se ha de destacar la cantera
de extracción de piedra arenisca en la Punta del Cigarro, la extracción y la cocción
de piedra para producción de cal y la extracción de la llamada tierra láguena
utilizada en la construcción tradicional de la zona para la impermeabilización de
cubiertas.
Geología regional.- La población de Águilas, se localiza en la Hoja, a escala
1:50.000, denominada Águilas – 997, del Mapa Geológico de España, del Instituto
Tecnológico y Geominero de España, en materiales clasificados como cuaternario
Q. Este Cuaternario se caracteriza por dos dominantes de sedimentación:
A.- La de pie de monte, con cantos heterométricos, de procedencias dispares,
pues se encuentran cuarcitas, pizarras, calizas, etc., se localizan en el borde
oriental de la Sierra de Almagro.
B.- Los sedimentos de rambla, en los que ya existe una pequeña selección,
aún cuando también son muy heterogéneos y de morfología variada. Se puede
decir que se halla bien representado en las cuantiosas ramblas que cruzan, de
norte a sur, la orografía de la zona. Debido al carácter torrencial, intermitente y
variable de estas ramblas, constantemente varían las condiciones orográficas de
la región, aunque estas variaciones sean muy locales.
C.- En una extensión mucho más reducida, junto a la línea de costa, se
encuentran también otros depósitos cuaternarios: los de playa.
Por otro lado, toda el área de Águilas que se halla “recubierto” por
sedimentos cuaternarios, está rodeada, en su mayoría, por una serie de
relieves que, en su entorno más próximo, están constituidos por materiales
pertenecientes al Complejo Alpujárride de la Zona Bética. Éste se sitúa sobre
el complejo Nevado-Filábride. Constituyen una serie de unidades tectónicas
alóctonas de características similares, que están situadas estructuralmente
en niveles superiores. El número de estas unidades varía según la transversal
considerada de la cordillera. En general una secuencia alpujárride está formada
por una potente serie metapelítica que comprende tres formaciones.
A.- La formación basal, constituida por una alternancia de esquistos,
micaesquistos frecuentemente grafitosos y cuarzomicaesquistos, con alguna
intercalación carbonatada.
B.- La segunda formación se caracteriza por un aumento en el tamaño
de grano, tratándose de una alternancia de filitas y cuarcitas con lentejones
carbonatados.
Ambas son de edad antetriásica, si bien los tramos superiores de la segunda
formación, han sido atribuidos al Pérmico-Triásico (Aldaya et al.,1979).
C.- La formación superior está formada por calizas y dolomías con
intercalaciones arcillosas y detríticas más gruesas, especialmente en su base, y
su edad es al menos Triásico Medio.
Siguiendo los criterios de Aldaya et al., (1979); Alvarez y Aldaya (1985) e
IGME (1985a), en el sector Águilas Mazarrón que nos ocupa, y de abajo a arriba,
puede observarse sobre los afloramientos del complejo Nevado-Filábride de la
sierra de la Almenara y la costa, las siguientes unidades Alpujárrides:
1.- Una unidad inferior que aflora en una estrecha banda desde la sierra del
Aguilón hasta el noroeste del cabo Tiñoso. Posee una secuencia basal constituida
por filitas y cuarcitas y otra superior carbonatada.
2.- La segunda, situada por encima, es más compleja. Se distinguen dos
mantos alpujárrides (inferior y superior), aunque en la zona que nos compete
se diferencia un único grupo para este sector (Grupo Águilas). Está compuesta
por una formación de micaesquistos y cuarcitas, filitas y cuarcitas y un término
superior compuesto por rocas carbonatadas.
3.2 Geología específica del Ámbito. La geología específica del ámbito de
estudio aporta datos de interés para la comprensión de las actividades que sobre
él se han desarrollado a lo largo de la Historia y así como su distribución sobre el
mismo.
La composición geológica de la zona de estudio es la siguiente:
A.- Zona de la Punta del Cigarro y su entorno. La zona de la Punta del Cigarro
cuenta con zonas de composición sedimentaría fundamentalmente conformada
por areniscas y dolomías oscuras emergentes en un entorno geológico de final
de estribaciones de pie de ladera en el que también aparecen las filitas y los
esquistos.
B.- En la zona de la propia isla del Fraile predominan las piedras calizas bien
solas como en su acantilado Sur y en las partes altas de las mismas y/o en forma
de margas amarillas (roca sedimentaria compuesta principalmente de caliza y
arcilla). Es muy abundante también la presencia de “tierra láguena” que es una
arcilla compuesta de silicato de alumina, hierro y cal de estructura pizarrosa, que
resulta de la descomposición de las pizarras arcillosas, y que por sus magníficas
propiedades impermeables y aislantes es utilizada para cubrir hornos y tejados
en la construcción tradicional de la zona.

4.- Geografía y orografía.
Al igual que la composición geológica del ámbito objeto de estudio su
condición geográfica y su orografía han determinado las actividades que sobre el
mismo se han ejecutado.
En cuanto a su condición geográfica como ya hemos destacado anteriormente
la Isla del Fraile y la Punta del Cigarro cuentan con una lengua de arena de unos
140 metros de longitud que queda sumergida a una profundidad aproximada de
1,50 metros. Si esa lengua de arena conectase totalmente la Isla y la Punta del
Cigarro sería un “tómbolo” “Tómbolo: es un accidente geográfico sedimentario
que forma una estrecha lengua de tierra entre una isla o una gran roca alejada de
la costa y tierra firme, o entre dos islas o grandes rocas, se forman debido a que
las islas producen la refracción de las olas, depositándose arena y canto rodado
en donde las olas se encuentran. Si todavía no se ha unido el obstáculo con la
línea de costa, se denomina hemitómbolo”.
Podríamos considerar por tanto que el ámbito se encuentra conexionado por
un hemitómbolo, una lengua de arena que ha podido condicionar la disposición
de usos desarrollados en la isla, no en vano, la entrada principal a la Isla que
atraviesa el sistema murarlo que la circunda por su cara Norte de Este a Oeste
se sitúa justo frente a ella y es la conexión más directa con la costa, incluso
se podría transitar a pie en determinadas circunstancias. Además es un punto
clave pues por su profundidad podría ser un buen lugar para varar pequeñas
embarcaciones para aprovisionarse de diversas mercancías y a su vez salida de
los productos que se elaborasen en la misma.
Por otro lado, la condición geográfica de Isla le confiere unas características
particulares que condicionan las actividades sobre ella, por ejemplo, parece ser
un buen sitio para actividades relacionadas con el mar (pesca, elaboración de
salazones, etc…) por su accesibilidad y su inmediatez de salida y entrada de
productos procedentes del mismo pero es un lugar donde el agua potable puede
ser escasa o un recurso muy limitado, es por ello, como veremos más adelante
detalladamente que parecían tener una infraestructura hidráulica (aljibes y
conducciones) que le permitiese optimizar los recursos de la misma.
En cuanto a su orografía la Isla se podría considerar como un promontorio
o pequeña elevación de altura máxima de 93,05 m sobre el nivel del mar con
un desarrollo en planta de forma longitudinal (Este-Oeste) que presenta dos
vertientes o frentes (Norte y Sur) totalmente diferentes.
Su vertiente o frente Sur puede ser considerado como un farallón, como
un promontorio rocoso que se alza sobre el mar cerca de la línea de costa y en
el que se manifiesta la acción erosiva de las olas. Orientada hacia mar abierto
es un abrupto acantilado de piedra caliza con pendientes medias naturales del
terreno próximas al 90% en casi todos sus puntos, es por lo tanto una zona de
difícil acceso, castigada por los temporales y por lo tanto de difícil implantación
humana.
En cuanto a su vertiente Norte es una ladera de fuerte pendiente donde
hemos visto que se alternan la presencia de piedras calizas y arcillas. Orientada
hacia la Costa cuanta con pendientes naturales medias del terreno entre 45-55%
en casi todos sus puntos, es además por lo visto antes una zona de fácil acceso
desde la costa y el mar, abrigada de los temporales de Poniente y del Este y por
lo tanto de una razonable facilidad para implantación humana no sin una notable
habilidad para la adaptación al relieve natural.

5.- Delimitación del área o zona objeto de protección
5.1.- El ámbito afectado por la incoación es la propia Isla del Fraile, la parte
de la costa con la que forma un hemitómbolo conocido como Punta del Cigarro y
su entorno subacuático en una franja englobada por la poligonal que se describe
a continuación, y que abarca al menos 100 m desde cualquier punto de la Isla y
de la Punta del Cigarro.

6.- Justificación.- La pesca y las industrias derivadas de la misma fueron
junto a la minería las principales fuentes de riqueza y prosperidad en esta zona
del litoral al menos desde época romana imperial. Las fuentes dan fe de esta
realidad, destacando la abundancia y calidad de las factorías de salazones en
Cartago Nova y su entorno. De especial categoría era el denominado garum
sociorum, también denominado garum negro o de los aliados, elaborado con
caballa y que era como una denominación de origen de este producto que se
elaboraba en el litoral del Conventus carthaginiensis, donde parece tener un
momento de esplendor en nuestra región a partir de los s. IV y V d.C.
En este contexto histórico, resulta evidente que la Isla del Fraile constituye,
junto a la Factoría de salazones de Puerto de Mazarrón (ya declarada Bien de
Interés Cultural), uno de los principales exponentes arqueológicos de esta antigua
actividad económica en nuestra región, habiéndose conservado también, gracias
a su insularidad y su peculiar topografía, su relación con el medio ambiente, lo
que le otorga una especial significación. A ello se ha de añadir la continuidad
de la actividad humana en la isla a través del tiempo, en paralelo al desarrollo
económico y al despuntar industrial y minero de Águilas, que también ha dejado
importantes vestigios que permiten aún su lectura e interpretación.
Por tanto, la singularidad del emplazamiento, la importancia de las
estructuras visibles, especialmente las de época romana y las contemporáneas,
la adaptación a las condiciones de insularidad y a la escarpada topografía, así
como la larga ocupación humana documentada a través del tiempo justifican la
incoación del procedimiento como bien de interés cultural. Se incluye también
la Punta del Cigarro, ubicada en el litoral, pues desde allí parte el hemitómbolo
que permitía el acceso a pie a la Isla del Fraile y además se conservan evidencias
de la extracción de piedra arenisca de la misma, probablemente vinculadas a la
actividad desarrollada en la isla. Asimismo se incluye un polígono que engloba a
la Punta del Cigarro y la Isla del Fraile por ser el espacio susceptible de albergar
restos arqueológicos subacuáticos de interés directamente vinculados con las
actividades desarrolladas en la isla.
Se estima finalmente que la categoría Sitio Histórico es la que mejor se
adecua a las características del bien dado que en este lugar se acumulan valores
arqueológicos, históricos, etnográficos, técnicos, industriales y ambientales,
acorde a la definición de esta figura recogida en el art. 3 de la Ley 4/2007 del
Patrimonio Cultural de la Región de Murcia.

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