La falsa moneda…
Dice la canción: “eres como la falsa moneda, que de mano en mano va… y ninguno se la queda”. Algo parecido está pasando con los partidos políticos y el tema del agua. Los cruces de declaraciones al respecto se suceden sin parar y las soluciones, sin embargo no llegan o, mejor dicho, los acuerdos y posibles acercamientos.
Ambas fuerzas, PP y PSOE se limitan a lanzarse ridículos y absurdos calificativos, como dardos envenenados, que, como la falsa moneda, van y vienen.. y nada más.
Se trata simplemente de un ejercicio preelectoral, ¿o bien es que realmente la propia incapacidad de unos y de otros hace imposible tratar los asuntos prioritarios de una manera que no se acerque a lo frívolo y desmesurado?
Eso, en efecto, nunca se sabrá, porque precisamente el juego parece, por otra parte, el del “despiste”: no acabar en ningún sitio, habida cuenta que para solucionar problemas hay que actuar y no “pasar pelotas”. La cuestión no es decir si esta o aquella es la mejor manera, descalificándose los unos a los otros, sino poner en práctica alguna de las alternativas, cualquiera que sea, y quizás así se sepa cuál es la mejor.
Entretanto, el juego seguirá, no siendo capaces los contrincantes siquiera de “marcar un gol” al contrario; continuarán mareando a la pelota hasta que se olvide el asunto y se aproxime otro con el cual hacer lo mismo.