La tercera aproximación consiste en detectar la respuesta inmune frente a virus: los anticuerpos. Es una detección indirecta en la que no detectamos el microorganismo sino que ponemos de manifiesto la respuesta inmune frente a él. En este caso la muestra que vamos a emplear es una gota de sangre, porque vamos a detectar los anticuerpos geneados. Sobre el soporte se fijan proteínas del virus, normalmente las proteínas más expuestas hacia el exterior, como la proteína S de la envoltura.
Esto es así porque nuestro sistema inmune lo primero que reconoce es lo que está más hacia el exterior del virus. Como con este test queremos detectar los anticuerpos que producimos, la muestra será una simple gota de sangre. Si en la muestra hay anticuerpos contra en virus, se pegarán y quedarán fijados a las proteínas del virus. A continuación, se añade un segundo anticuerpo contra el anticuerpo humano: Estos suelen ser anticuerpos de otro animal que reaccionan contra nuestros propios anticuerpos, porque los anticuerpos humanos en realidad actúan como antígenos de otros animales. Se forma así un trío: proteínas del virus-anticuerpo humano- anticuerpo de otro animal. Este segundo anticuerpo estará marcado o señalado de alguna manera para poner de manifiesto la reacción.
Anticuerpos no implica siempre infección
Si la reacción es positiva, demuestra que había anticuerpos contra el virus y que la persona, en algún momento, ha estado en contracto con el virus y su sistema inmune ha reaccionado produciendo anticuerpos. Esto no implica necesariamente que esté infectado, quizá se haya curado, o simplemente ha estado en contacto con el virus y no ha tenido síntomas.
Este tipo de test también se ha desarrollado después que la de RT-PCR, cuando ya hemos tenido suero de pacientes que han pasado la enfermedad. También son mucho más rápidos que los PCR y, según el tipo de soporte, se pueden realizar en pocos minutos. No necesitan de equipamiento especifico ni un personal técnico altamente cualificado y son más baratos. La desventaja es que son mucho menos específicos que la RT-PCR.
Otra importante desventaja de este tipo de test es que nuestro organismo necesita varios días para producir anticuerpos detectables. O sea, que una persona puede estar infectada pero durante los primeros días no dar positivo en este tipo de test.
Sensibilidad y especificidad
Cuando queremos estudiar lo efectivo que es un test diagnóstico lo que hacemos es comparar su resultado en un grupo control de individuos que sabemos que están sanos o infectados. Esto se hace comparando nuestro test con otro que se considera el patrón referencia. Con estos resultados se construye la tabla que nos muestra la distribución de sanos y enfermos y el resultado del test.
Verdaderos y falsos
Así, podemos clasificar los pacientes como verdaderos positivos, verdaderos negativos, falsos positivos ( no están infectados pero el test es positivo y falsos negativos( están infectados pero el test es negativo). Con estos datos podremos calcular la sensibilidad y la especificidad de nuestro test. La sensibilidad del test representa la probabilidad de clasificar correctamente a los infectadoso, lo que es lo mismo, la proporción de verdaderos positivos. Es una proporción en la que en el denominador se sitúa el total de infectados y en el numerador los positivos verdaderos.