Las clases de la Universidad de Almería se trasladan por un día a la Geoda Gigante de Pulpí
Un grupo de estudiantes de cristalografía visita la Mina Rica y la Geoda Gigante de Pulpí, junto al catedrático José María Calaforra
Un artículo de Samuel Pérez
Los alumnos de química de la Universidad de Almería, junto al catedrático José María Calaforra, han disfrutado de una visita guiada por la Mina Rica y la Geoda de Pulpí. El profesor, que es una de las personas que más ha participado en el proyecto de rehabilitación de la mina desde que se descubriera la geoda en 1999, ha aprovechado para dar clase a sus alumnos en el interior de la mina. Pero antes de eso, los estudiantes han podido disfrutar del paisaje y los minerales que la falda de la Sierra del Aguilón ofrecen.
Divididos en grupos, con mascarilla y distancia de seguridad, los alumnos realizaron la visita guiada a la mina en compañía de sus docentes y personal de la mina. Los guías les han enseñado cientos de minerales que ya habían visto en clase y en el laboratorio, además de muchos nuevos que han podido ver en el lugar donde se formaron, haciendo de esta visita una experiencia diferente en el entorno universitario.
“Las cosas se quedan mejor cuando las estás viendo, y no es igual que lo hagan en clase que en la pared donde ese cristal se ha formado. Indudablemente esto es muchísimo más pedagógico”
Pregunta: José María, ¿qué sientes al volver a la Mina Rica de Pilar de Jaravía?
Respuesta: He venido muchas veces, pero la primera vez que vengo con mis alumnos. Los chicos de 1º de carrera de química que están en esta asignatura, cristalografía y mineralogía, han podido visitar un lugar único y espectacular.
P: ¿Cómo se te ocurrió la idea de venir a darles clase aquí?
R: Hay cosas que he dicho hoy que entrarán en el examen. Las cosas se quedan mejor cuando las estás viendo, y no es igual que lo hagan en clase que en la pared donde ese cristal se ha formado. Indudablemente esto es muchísimo más pedagógico. Campo y mina.
P: Eres el encargado del mantenimiento de la Geoda desde la Universidad de Almería. ¿Cómo lo hacéis?
R: Hemos metido una serie de instrumentos que miden el nivel de CO2, el radón, la Tª del aire, de la roca, y mil cosas más. Todo está conectado a internet desde la mina para poder controlarlo desde cualquier sitio. Se puede avisar así a los gestores de la mina directamente, porque en caso de que algo vaya mal nos salta una alarma. Hay que mantener esto como se pueda.
P: Hace años se decía que la Geoda Gigante nunca podría ser visitable. ¿Qué ha cambiado?
R: Un grupo de investigadores, entre los que me incluyo, decíamos que sí se podría hacer visitable. Con un control ambiental y haciendo las cosas bien, habilitando la mina correctamente y respentando el medio ambiente, puedes hacerlo visitable y aprovechar esto que hay en el municipio.
P: Eres uno de los grandes culpables de que hoy esto esté así. ¿Qué le dirías a la gente en relación a la Geoda?
R: Esto es de Pulpí, pero es una joya que todos podemos disfrutar. Se ha puesto al turismo de una forma ambientalmente correcta. Si la conservamos correctamente, podremos disfrutarla mucho más.