Por María Coronado, Diplomada en Nutrición Humana y Dietética; y Lic. en Ciencias y Tecnología de los Alimentos.
Durante la pandemia del Covid-19, se han realizado multitud de estudios para analizar minuciosamente este virus, y todos coinciden en lo mismo, uno de los factores de peor pronóstico para superar la enfermedad ha sido el grado de obesidad. Predominando sobre la edad, diabetes y problemas cardiovasculares.
El Covid-19 se ha cebado con los pacientes obesos. Las estadísticas en hospitales datan que los pacientes obesos tuvieron siete veces más ingresos en UCI que los pacientes con normopeso.
Según los médicos, la necesidad de ingresar al paciente con Covid-19 en UCI y de conectarlo a un respirador, viene dada por la insuficiencia respiratoria crónica que padece el obeso mórbido. Presentan dificultad para expandir los pulmones precisando altas cifras de presión positiva de los respiradores. El estado crónico de la célula grasa y la secreción de citoquinas que se produce en el coronavirus agrava la cadena inflamatoria de grasa hepatizando el pulmón.
Este alto riesgo de los obesos está condicionado por la diabetes o estado prediabético que padecen, haciéndose propensos a la infección, además de la insuficiencia cardiovascular que la acompaña. Son precisamente los pulmones y el corazón los órganos vitales más atacados por el virus.
Una vez controlada la fase aguda de la pandemia, es ahora más que nunca cuando debemos prestar especial atención al control de la obesidad y la diabetes, las dos van cogidas de la mano. El Covid-19 nos sigue confirmando que los kilos demás son un lastre en todos los aspectos para nuestra salud. Debemos poner solución y perder esos kilos acudiendo a profesionales titulados del sector como Nutricionistas-dietistas o Endocrinos y haciendo ejercicio diariamente.