Los ecologistas denuncian que si no se pone freno «pronto habrá más mascarillas que medusas en el Mediterráneo»

Las mascarillas de un solo uso son un nuevo problema para el planeta, ya que las personas que tiran mascarillas al suelo son las mismas que antes de la pandemia tiraban toallitas por el retrete
Es innegable que el cese repentino de las actividades económicas para atajar la propagación de la pandemia ha provocado algunos acontecimientos ambientales positivos. El agujero de la capa de ozono en el Ártico se está cerrando y la calidad del aire y el agua ha mejorado ostensiblemente, pese algunas fake news hiperbólicas. Sin embargo, el lobby del plástico vive en plena fiesta mayor con un crecimiento exponencial en su producción mundial gracias al boom de millones de mascarillas de un solo uso para evitar la propagación del coronavirus.
En este sentido, diferentes asociaciones ecologistas en Europa está denunciando que las mascarillas y los guantes, tan usuales a causa del coronavirus, están llegando a nuestros mares. Entre otras, la entidad francesa Opération Mer Propre, que también desempeña sus tareas de concianciación medioambental en las costas españolas, ha denunciado que si no se o se pone freno o «pronto habrá más mascarillas que medusas en el Mediterráneo». En varias operaciones de limpieza llevadas a cabo en Antibes y la Bahía Golfe-Juan -situadas en la costa azul francesa-, la organización ha encontrado un buen número de mascarillas y guantes de látex, algo que está sucediendo también en otros lugares de la costa española, a pesar de que que en muchas localidades las multas llegan hasta los 1000 euros, no se están llevando a cabo. A día de hoy, es fácil ver mascarillas junto a las ramblas que desembocan al mar o en los alrededores de las playas de Águilas, Lorca o Mazarrón.
«El civismo es la única forma de combatir esta contaminación inaceptable», afirma el fundador de la asociación, Laurent Lombard, en redes sociales sus redes sociales, invitando a la población a unirse en iniciativas para resolver esta nueva contaminación «rápida y firmemente» porque, tal y como destaca, estas actitudes «destruyen el medio ambiente y nuestra salud a largo plazo».