La consigna esperanzadora…
Esa previsible “llegada del turismo” a Águilas se está convirtiendo, además de en una de las frases más escuchadas, en una tremenda incógnita para todos los habitantes de este pueblo, gente en su mayoría sencilla que se pregunta ¿cuándo?. La respuesta es ambigua, según quien la responda: en ocasiones es a “medio plazo”, en otras “a largo…”.
En definitiva, se ha llegado a convertir en una especie de consigna esperanzadora, un plomizo “tantra” que se repite, no se sabe si con el afán de que realmente suceda, o por simple imitación. Aunque aparentemente nada está dispuesto para el “advenimiento”, éste se anuncia de manera recalcitrante, como un eterno rosario de cuentas iguales, idénticas, puras imitaciones de sí mismas.
Parece ser que con ello no solamente se pretende, insisto, en una especie de invocación casi “divina”, sino también saturar los oídos de la opinión pública. ¿El objetivo? ¿Crear una ilusión que despiste de otros asuntos? ¿Convencer de que, aunque no se sepa cuándo, llegará? En fin, al parecer seguiremos escuchando la consigna por mucho tiempo… Es lo importante.