Un “mar” de terror
La palabra “medusa” siempre ha infundido cierto temor: bien se trate de aquel monstruo femenino descrito en la mitología griega, cuya mirada tenía el poder de petrificar a cualquier criatura viva, o bien de esos animalitos marinos, de gran belleza,por cierto, también capaces de inmovilizar con sus células venenosas a todo pequeño animal que las toque y provocar gran escozor a peces de mayor tamaño y a seres humanos en general.
Estas últimas se están convirtiendo en protagonistas de este verano recién nacido, precisamente por su inusual profusión en nuestro litoral, sembrando la alarma entre los bañistas y obligando a los efectivos de Cruz Roja a realizar “horas extras” al margen de sus servicios habituales.
Bueno, ¿qué se le va a hacer? el mar es su hábitat y las razones de su aparición desmedida obedecerán probablemente a cuestiones de “ajustes naturales” o “desajustes artificiales” difíciles de calibrar por profanos. Ahora bien, que una “especie” de extraño fenómeno (que además aparece y desaparece como las palomas del prestidigitador) haya provocado cientos de casos de intoxicación en algunas playas, parece, efectivamente, cosa de magia.¡ Vivir para ver, y bañarse para sufrir!.