EL Pichirichi: Origen e Historia

Un artículo de Miguel Carlos García Navarro

Quienes a lo largo de nuestra vida hemos podido disfrutar de la costa de San Juan de los Terreros, en algunos momentos hemos dado relajantes paseos por este singular lugar de esparcimiento y diversión. Para la memoria Pulpileña, el Pichirichi tiene un gran valor sentimental, a lo que hay que sumar su importancia paisajística, geomorfológica y etnográfica.

 

En el transcurso de la Historia geológica, el litoral de San Juan de los Terreros ha sufrido diversos movimientos tectónicos y como consecuencia de los mismos su costa alterna cerros, acantilados, calas cerradas y playas relativamente extensas como Cala Taray, Mar Serena y la Playa de Los Nardos.

 

También afloran playas con  presencia de un gran número de fósiles, formadas cuando los niveles del mar, inferiores a los actuales, se elevaron hasta su posición actual. Este es el caso del  Pichirichi, formado por un espigón natural de materiales sedimentarios marinos del periodo cuaternario, repleto de caracolas y bivalvos fosilizados de distintas formas y tamaños, incrustados entre sus areniscas compactadas.

 

Este embarcadero natural sirvió durante buena parte de nuestro pasado como muelle de carga y descarga de productos y materiales, entre los que destaca la Sal. Hoy día, aún se puede observar sobre su plataforma la gran zanja excavada y pequeños restos oxidados de las vías por dónde corrían las vagonetas que se adentraban desde las Salinas de San Juan de los Terreros para su transporte por mar (hasta finales de 1.973).

 

Jovencitas bañándose con El Pichirichi cargado de mineral, año 1.950. Foto cedida por MarÍa Rosa Ponce

Probablemente fue utilizado como atracadero para exportar a Europa los productos recolectados en la zona como la Barrilla y el Esparto, acarreados en esta época con bestias de carga. También debió utilizarse para enviar al puerto de Águilas y otros, el mineral de la cercana mina del “Cabezo de las Nueve Fanegas”, la “Faraón “o la Pirámide, estas últimas activas hasta principios del siglo

 

 

Su enclave como muelle fue excepcional, ya que protegía de los temidos temporales de Levante y Poniente tanto el amarre de los barcos de pesca o de la almadraba de atunes, como el de las gabarras, barcazas a remo utilizadas para el transporte de mercancías pesadas.

 

El origen del término “Pichirichi” se les atribuye a los marineros vascos que amarraban sus barcos en este espigón para la carga de las mencionadas y tan apreciadas materias primas tiempo atrás (sal, barrilla, esparto, hierro, plomo, etc.). Estos lo llamarían “Bitxi Ritxi” que en euskera significa Joya Rica. Este término dio lugar con el curso de los años y la natural deformación lingüística, a nuestro pegadizo y simpático nombre de Pichirichi. Curiosamente, a pocos kilómetros de distancia, se descubriría más tarde “La Geoda” dentro de la Mina Rica, la auténtica Joya de Pulpí.

 

Actualmente el Pichirichi tiene un incalculable valor recreativo y paisajístico. Desde él se puede apreciar la Isla de Terreros al fondo, y a ambos lados del espigón se sitúan las playas más visitadas de San Juan de los Terreros: la “Mar Rabiosa” y la “Mar Serena”.

 

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