La sargenta
Ya está. Resuelto. Ahora tienen una oportunidad de oro. Aquellos que tanto despotricaron por la intervención de las empresas de Rumasa por un gobierno socialista, ahora pueden colaborar con don Jose María. El hombre ha puesto a la venta bonos de sus empresas para que colaboren los españoles. Y no atranca, ofrece un 8 % de rentabilidad ; lo que no ofrece ningún banco en los tiempos que estamos y algo menos que Bernard Madoff. Lo mismo, oye, es la salvación de la economía española, la que ofrece este buen hombre. Comprarle bonos es la forma de demostrar, con la pasta propia, que un hombre y una idea se pueden seguir hasta la muerte, o hasta la bancarrota. Que nadie estamos libres.
En fin, que para distraernos el verano siempre hay voluntarios. Como la amiga Rosa Díez, que parece un poco sargenta, la jodía. Sus compañeros de ese partido ortopédico que se organizó cuando salió rebotada del PSOE, le han denunciado por mandona y poco demócrata. Quién iba a decir eso de ella, con lo cándida que parecía y las lecciones que nos dio. Y va y espanta a los que le dieron una credibilidad que no tenía, ya que se puede entender que sus ligeros ascensos electorales se basan más en el desencanto de los partidos importantes que en lo que esa señora pueda ofrecer. A poco que se piense.
Tampoco es bueno, como saben tantos inmigrantes en España, ir haciendo exhibición de que uno lo es y no pasar por español. Si no, a ver lo que le ha pasado a ese joven matrimonio marroquí en un prestigioso hospital universitario español, que intentaban ganarse la vida en España los tres y, hasta la fecha, queda uno. Y porque no dejó que le pusieran un estetoscopio, que si da lugar se lo cargan también. El hombre va a pensar, y no le falta razón, que los hospitales en África están más organizados que en España. O por lo menos, son más responsables. Es difícil ser más burra, esa enfermera meterle en vena un vaso de leche al pobre zagal sietemesino. Espero que esa sujeta no encuentre otro trabajo que de portera de discoteca, como nivel máximo de responsabilidad. Que puede que tenga mucha preparación pero de la otra tiene poca, poca. Cacho burra.
Hay quien dice que ésto lo aprovechará adecuadamente la “esperanza rubia” para ir liquidando a la sanidad pública en beneficio de la privada en Madrid. No pondría la mano en el fuego.
Pero el más bruto que nos ha distraído estos dias es ese eurodiputado, presuntamente neonazi, que ha dejado dicho, esta semana, que sería conveniente hundir algunas pateras antes de que lleguen a España. Me van a perdonar el vocabulario, y espero compartan conmigo el calificativo : no se puede ser más hijoputa.