Carnaval de verano con sabor a mar
Un total de 23 peñas participaron este sábado en la III Muestra de Carnaval; un evento organizado por la Federación de Peñas y la Concejalía de Festejos que se saldaba con un resultado más que positivo la segunda edición de lo que ya fuera todo un éxito en sus dos primeros años.
En el marco inigualable del Paseo de Parra, con el Castillo y la bahía como testigos, se congregaron miles de aguileños y visitantes dispuestos a disfrutar de la quintaesencia de las fiestas aguileñas, esta vez en el mes de agosto. Los peñas no defraudaron, como suele suceder, y pese a las altas temperaturas desfilaron con todo su esplendor durante las más de dos horas que duró el pasacalles.
Abriendo el desfile, el Ballet Oficial fue el encargado de calentar los motores de este espectacular evento. después llegaría la Peña Azabache, donde desfiló la Musa 2010, Jessica Ramírez, protagonista este año de inspirar toda la magia y prodigio del festejo.
Como no podía ser de otra manera, el resto de personajes de nuestra fiesta grande, Don Carnal, Doña Cuaresma y la Mussona también se sumaron al desfile, en el que tampoco faltaron los personajes infantiles.
Comparsas de baile, como Sinergia, Nuevo Ritmo, Serpentina O Duende, desataron los aplausos de todo el público asistente ante las magníficas coreografías de las que todas ellas hacen gala. Asimismo, junto a la elegancia de estas formaciones, el descaro de las peñas cómicas puso la nota más divertida. Los amantes del Chichi, El Mogollón o Si no salgo reviento fueron algunas de las que se sumaron a este peculiar carnaval de agosto al que tampoco faltaron peñas clásicas como La Pirueta, con sus espectaculares artilugios guiados que hicieron las delicias de los niños.
Ausencias como Ipanema, Tangay o Artilugio pasaron a un segundo plano con la espectacularidad de otras como Cáucaso, World Fantasy o Adamantium, Águila Dorada del Carnaval 2010.
Junto a las peñas del Carnaval, aguileños y visitantes se quedaron, una vez más, perplejos ante las espectaculares creaciones realizadas exclusivamente en papel que también se sumaron al pasacalles.
Pero el final del desfile no supuso el fin de la fiesta. Concluido el pasacalles, la Plaza de Antonio Cortijos abrió sus puertas para dar cabida al mágico Carnaval de la noche al que se sumaron cientos de máscaras, superando así todas las expectativas de participación.
En definitiva, una muestra, la del Carnaval de verano, que, exceptuando algunos problemas durante el desfiles que trajeron como consecuencia los temidos “parones”, se saldó con buena nota, asegurando de esta manera la continuidad de esta fiesta, a la que la Federación de peñas no consigue dar nuevos bríos