Águilas, un paraíso bañado por el Mediterráneo
Este rincón marinero es un municipio de contrastes en el que se puede disfrutar de la serenidad de playas de arenas finas y aguas cristalinas y unos interiores semidesérticos de ocres tonalidades
Son muchos los atractivos que hacen de Águilas un lugar privilegiado dentro de la costa Mediterránea. Un rincón marinero que, como bien dice la popular canción, “se retiene en las pupilas por toda la eternidad”, porque Águilas, ciertamente, “es la novia del mar, un paraíso de luz y alegría” que ofrece tanto a aguileños como a visitantes los encantos de una tierra aún virgen, en la que el carácter abierto y acogedor de un pueblo que, la mayor parte del año, vive de puertas para fuera se convierte en la mejor seña de identidad.
Con un microclima excepcional y una temperatura media de 25 grados anuales reúne condiciones inmejorables para el disfrute de sus playas y su entorno durante todo el año.
La práctica del submarinismo y el buceo, una de las actividades estrella en la localidad, sirven de reclamo a cientos de turistas atraídos por unos fondos marinos únicos tanto por su espectacular belleza como por la riqueza de su flora y fauna.
Los menos aventureros también pueden disfrutar, aunque de manera diferente, de la vida que inunda la costa aguileña. La llegada de los barcos a puerto, acompañados de cientos de gaviotas, se convierte, cada tarde, en un espectáculo que se completa en la lonja con una subasta a la que acuden decenas de curiosos atraídos por tan singular evento.
La gamba y el salmonete, el pulpo, los serranos, la rascacia o la sardina son algunos de los frutos que, sin perder un ápice de frescura, pasan del mar a la mesa. Así, los aficionados a la buena gastronomía pueden disfrutar en Águilas de platos tradicionales como el caldo de pescao, ajo colorao, ensalada de pulpo, bonito en escabeche o pulpo seco.
Pero Águilas no es solamente mar, la escalada, el senderismo, el montañismo y por supuesto, los triatlones y duatlones que aquí se están llevando a cabo, ayudan a que Águilas se cuele cada año en el corazón de aquél que lo visita por primera vez.
BANDERAS AZULES
Un total de once Banderas Azules, una más que el pasado año que ha sido otorgada a la playa de Matalentisco, ondean en el municipio este verano.
Concretamente han sido las playas de Las Delicias, Levante, La Colonia, Poniente, Calarreona, La Higuerica, La Carolina y Matalentisco las que han logrado el distintivo junto a los puertos deportivos Juan Montiel y Club Náutico y el Centro de Interpretación del Mar.
Diferentes senderos naturales, discretamente señalizados, recorren tres zonas de gran belleza paisajística como El Hornillo o Cabo Cope ofreciendo al caminante la posibilidad de observar distintas especies autóctonas protegidas.
Unos encantos naturales que en época estival se completan con una amplia programación de festejos que ocupa todas las noches de verano y en el que, además, la cultura está muy presente con exposiciones, obras de teatro o las prestigiosas conferencias incluidas en la programación de Mirando al mar.
En definitiva, un municipio de contrastes en el que los colores se muestran en toda su intensidad gracias a una luz que atrapa a todo el que la vislumbra.
Águilas, con un litoral en el que podemos disfrutar con el surgir de un mar de azul intenso, la serenidad de unas playas de fina arena y cristalinas aguas y un interior semidesértico de ocres tonalidades y aromáticos matorrales, es el lugar ideal para disfrutar del ocio y el descanso o para, simplemente, deleitarse con una puesta de sol teniendo como telón de fondo el emblemático castillo de San Juan de las Águilas, o pasear por la bahía de levante y contemplar el recientemente construído Auditorio “Infanta Doña Elena”.
35 playas conforman la costa aguileña
Un total de veintiocho kilómetros de litoral en el que se suceden innumerables calas, algunas de ellas vírgenes
El litoral aguileño cuenta con infinidad de encantos y atractivos distribuidos en los más de veintiocho kilómetros de costa que posee este bello rincón mediterráneo. Conocer sus treinta y cinco playas es dejarse seducir por la tranquilidad, el sosiego y la calma de las calas recónditas en las que se alternan fondos rocosos con espectaculares arenales y magníficas aguas cristalina. Destacan, en el extremo sur limitando con Almería, las Cuatro Calas; un paraje protegido en el que la belleza del entorno convierten la zona en un auténtico paraíso natural en el que la depredación humana aún no ha hecho acto de presencia.
Cuatro grandes bahías, Poniente, Levante, El Hornillo y Calabardina, constituyen el paisaje urbano de Águilas. Unas playas en las que, como demuestran sus banderas azules y Q de calidad, la aptitud de sus aguas y la garantía de sus servicios están aseguradas. En el extremo norte, desde Cope hasta el límite de Lorca, su suceden más de una decena de calas totalmente vírgenes. Entre escarpadas montañas cinceladas por la erosión se esconden los rincones más bellos de esta tierra tostada por el sol.
En la zona de cope, hay poco oferta de ocio, aunque se pueden nombrar los chiringuitos de Calabardina y el de la Tortuga mora, un enclave muy auténtica, con buena música y ambiente hippie.