Reportaje: Ginés García, el gran ciclista lumbrerense que se batió con Felice Gimondi
⌊Un artículo de Santiago García, para la Federación de Ciclismo⌋
La historia de la Región de Murcia está repleta de figuras ilustres. Cuando hablamos de ciclistas murcianos, se nos vienen a la cabeza Alejandro Valverde, Luis León Sánchez o Jesús Montoya. Pero el paso del tiempo ha hecho que otros grandes nombres hayan pasado al anonimato para el público general. Este es el caso de Ginés García Perán. Leyenda lumbrerense que se batió con los nombres más grandes del ciclismo mundial en los años 60.Ginés García nació en El Esparragal, pedanía de Puerto Lumbreras, el 28 de febrero de 1941. La pasión por este deporte le vino de familia. Cuando era joven, y mientras trabajaba en el campo, se alquilaba una bicicleta para entrenar alrededor de dos horas al día. Así comenzó su carrera.Los medios de los que dispuso eran escasos. Era un «ciclismo de macuto», bajo mínimos. Se subía al tren, se apuntaba en la carrera, y corría. Aunque a veces no había tren de por medio. Ginés García nos ha contado como se montaba en su bicicleta, iba a correr a Alicante u Ontur, ganaba, y volvía. Todo en el día.También fue a competir a la Vuelta a Cuenca en su bici. Y, en lugar de hoteles, y por sorprendente que parezca hoy en día, a cada corredor se le asignó la casa de un vecino con el que dormir.En otra ocasión, camino de la Subida al Naranco paró en un pueblo de Castilla La Mancha. Al día siguiente se iba a celebrar una carrera con premios económicos jugosos, y en el que participarían gran parte de los mejores aficionados (Élite-Sub23) de la época.Tomaron la decisión de ahorrarse el viaje a Asturias. La única pega era que no tenían donde dormir, y que el pueblo estuviera en fiestas complicó la búsqueda. Finalmente consiguieron una cama individual para tres personas. Ginés durmió en el suelo… y al día siguiente ganó la competición. Algo impensable a día de hoy, y que pone en valor cómo han cambiado los tiempos en nuestro país, y en nuestro deporte.
Sus resultados fueron increíbles, por lo que acabó dando el salto al ciclismo profesional en 1962. Llegaba al equipo Águila – Denia, donde explotó como profesional. Ganó la cuarta etapa de la Vuelta a Cataluña, y la Vuelta a los Puertos: prestigiosa carrera que cuenta en su palmarés con ciclistas de la talla de Pedro Delgado, Miguel Induráin, Levi Leipheimer y Federico Martín Bahamontes.
Llamó así la atención del seleccionador nacional Gabriel Saura, que le convocó para correr cuatro pruebas de selección para el Tour del Porvenir. Competiría contra gente muy potente, que militaba en equipos como el KAS o el Ferrys. Pese a estar solo, ganó una etapa, hizo segundo en otra y cuarto en otra. Iría convocado. Una decisión que algunos no entendieron (Ginés García era prácticamente un desconocido), pero que a la larga se demostró acertada.Curiosamente, en una competición previa a esta competición, partió el eje pedalier de su bicicleta y fue el propio Saura el que le proporcionó una nueva a través de Macario Llorente. La pagó cuando volvió de esa carrera, con parte del premio económico que había ganado.
Al siguiente año volvió al Tour del Porvenir. Una edición en la que consiguió ganar una etapa: la décima, en los Alpes.
Ese año iba ya a por la clasificación general, pero se encontraría la montaña. Coronó primero el Tourmalet, y consiguió una gran ventaja para ganar esta clasificación. Aunque eso no significó que se dejase ir. En aquella época, solo los 15 mejores de la general optaban a ganar la Montaña. Fue sexto en la general, terminando como el mejor corredor español.
En 1964 llegó su mejor y última participación. Consiguió el liderato de la carrera en la cuarta etapa, en Andorra, y lo llevó hasta la última jornada. De camino a París, la emboscada de Felice Gimondi y de Lucien Aimar, unida a la descoordinación del equipo español, que luchaba por todas las clasificaciones, le costaron la victoria.
Pese a la gran decepción que supuso aquello, era indudable que Ginés tenía un grandísimo futuro por delante. Tenía tan solo 23 años, y ya había demostrado de lo que era capaz.Sólo un error táctico evitó que le ganase aquella edición a Gimondi, que años más tarde se convertiría en el primer ciclista que consiguió ganar la general de las tres grandes vueltas: Giro, Vuelta y Tour.Pese a esto, la relación con Saura permanecería intacta. Tal y como recuerda:
«Saura confiaba en mí de verdad. Hice dos campeonatos del mundo con él y tres Tours del Porvenir. Y me decía: «¡Ay Ginés, cuantos disgustos me has dado!». Y yo le respondía: «Y cuantas satisfacciones»».
Logró dos medallas de bronce en campeonatos de España absolutos. Una bastante amarga, ya que perdió la victoria por un pinchazo en los últimos kilómetros.
Acudiría a su primer Tour de Francia en 1965. Lo haría como gregario de Federico Martín Bahamontes, una circunstancia que le lastró. El primer ganador español del Tour estaba en el ocaso de su carrera profesional y, aunque venía de una serie de podios y buenos resultados en la Grande Bouclé, no tendría una participación destacable. El Águila de Toledo puso punto y final a su historia en el Tour de Francia en la 10ª etapa.Para ese momento, Ginés García había perdido mucho tiempo y solo pudo ser 29º en una clasificación general que ganó Gimondi. Quizás con otro rol, «podría haber hecho entre los primeros». Algo que había demostrado en Aix-les-Bains, donde firmó su primer Top-5 en la carrera. Acudiría 2 veces más al Tour, siendo una 3ª posición en Montluçon su mejor posición.
También correría la Vuelta a España en dos ocasiones, y el Giro en 1968. Por sus condiciones físicas y por su preparación, nunca llegó al 100% para competir en estas carreras, que se disputaban en primavera.Fue en Italia cuando conoció a Juan Zurano, otra leyenda del ciclismo regional. Ginés había ido convocado a la Milán – San Remo, aunque sería uno de los descartes para la prueba. Mientras esperaban a La Classicisima, se disputó un critérium en el que corrió el ciclista lorquino, y al que acudió el lumbrerense como espectador. Zurano le conoció inmediatamente, y ganó delante de su ídolo. Desde aquel entonces, no perdieron la ocasión de entrenar juntos siempre que pudieron.Después del Giro de 1968, corrió la Vuelta a Suiza. Disputó la general con el equipo Fagor, equipo en el que militaba desde 1966. Fue durante estos días en los que recibió la llamada de Dalmacio Langarica, seleccionador español ese año, para correr el Tour de Francia (se disputó por selecciones). Pero para ello tenía que dejar la carrera.
Ginés abandonó y volvió a España. Cogió su coche en San Sebastián para volver a su pueblo, que no había pisado en más de tres meses. Pero cerca de Ávila un coche se lo llevó por delante, provocándole unas lesiones que le forzaron a retirarse. La desilusión de ver como su carrera llegaba a su fin antes de empezar fue enorme. Estaba a punto de entrar en la edad en la que los ciclistas rendían al máximo nivel (de 28 a 32 años) y rendía a un nivel que le permitió ser convocado junto a las estrellas del equipo KAS.Nadie sabe a dónde hubiera llegado, pero nadie de los que le vieron correr niega la gran calidad y fortaleza que atesoraba.Tras este incidente, Ginés García fue una parte activa en el ciclismo de Puerto Lumbreras, y una de las causas por las que la Vuelta a España llegó a la localidad en 1979. Como se acostumbraba en la época, acogió un final (4ª etapa: Granada – Puerto Lumbreras) y un comienzo de etapa (5ª etapa: Puerto Lumbreras – Murcia). Fue un trabajo arduo, en el que tuvieron que conseguir los medios económicos suficientes para hacer frente al coste de acoger la carrera. «Hubo que conseguir 300 y pico mil pesetas, que entonces era mucho dinero. Trabajamos un montón para pagar lo que había que pagar».
Puerto Lumbreras se abarrotó. Ginés afirma que no ha visto a tanta gente como aquel día. «El pueblo recibió una cantidad de personas de miedo. No había donde aparcar, la gente no cabía por las calles. Una barbaridad».
Un año después de su retirada, se creó la Peña Ciclista Ginés García. Una organización ciclista que sigue presente a día de hoy, lo que la convierte en una de las más antiguas de la Región de Murcia. Desde 2022, el Club Ciclista Puerto Lumbreras Ginés García lleva su nombre. Su influencia en la cultura local es innegable, y despierta un gran sentimiento de respeto y admiración entre sus paisanos.
Y con esta admiración la cierro este artículo. Cuando ganó la Vuelta a los Puertos, Puerto Lumbreras se volcó con él. Ginés aprovechó su fortaleza y picardía para dejar atrás a todos estos ciclistas y vencer una carrera a la que se dedicó un programa especial en televisión.
«Era una época en la que aquí en el pueblo había 4 televisores. La gente se iba a los bares a ver la televisión porque no había en ningún sitio. Y mira por donde la Vuelta a los Puertos la grabaron. Vieron el reportaje y claro, cuando me vieron a mí, la gente que estaba viendo la televisión se volvió loca. Claro, se encontraron con la estampa mía y lo celebraron como si fuera un gol».
Así era la esencia del ciclismo en el que corrió Ginés García. Leyenda lumbrerense y murciana que sigue ligado al mundo del ciclismo como aficionado, y como embajador.
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