Se cumplen dos décadas del adiós de Paco Rabal, un genio recordado en Águilas con una estatua olvidada

Por S. Jiménez

De nuevo, nadie se acordará de visitar la estatua que, un año después de su muerte, le dedicara el reconocido escultor Santiago de Santiago, modelando su figura en bronce. Dicha figura que costó al consistorio 150.000 euros- se situó en su día sobre las cenizas del actor, y bajo el almendro donde el genial actor quiso ser enterrado. Por cierto, esta obra está muy por encima de otras que se puede visitar en la localidad, como la del Ícaro o un horroroso homenaje al Carnaval situado en una pasarela tras el Puerto Pesquero.

Y es que, con el tiempo, las promesas políticas de recrear una gran plaza en torno a la estatua, convirtiendo la zona en un atractivo turístico, quedaron atrás. Tampoco están ya sus cenizas, ya que fueron trasladadas al Cementerio Municipal, al igual que tampoco se creó en Águilas la Fundación “Paco Rabal”, por el poco interés mostrado por nuestro consistorio en su día. Tal vez porque fuera “rojo”, o tal vez porque al alcalde de aquellos años, Juan Ramírez, apostaba bien poco por la cultura.

“Es raro el día que no vienen dos o tres turistas y se hacen una foto”, relata una vecina de La Cuesta de Gos, quien se entristece al ver como la estatua, sita en un la plaza de la Ermita está abandonada, “nosotros limpiamos la placeta, cuando hay misas o llega la fiesta en Navidad, pero eso es todo y alguien se debería hacer cargo. Y es que, la estatua de Paco, hoy moteada los excrementos de las palomas, está perdiendo su belleza, que no su grandeza; incluso, los pivotes y cordones que la rodean no tardarán en romperse.

Es cierto, que con el actual gobierno municipal ha adecentado la plaza y se mantiene más limpia, siendo incluso el inicio de un nuevo sendero… pero es insuficiente por todo lo que este actor universal dio a su pueblo.

Cierro este artículo con un GRACIAS a “Milana Bonita” por mantener vivo su recuerdo.