Nuestra entrañable Máquina del Tren
Conocida como la “Máquina del tren” a secas, sin necesidad de otro tipo de distintivo, la locomotora “Mogul” tipo 1-3-0, del F.C. Lorca-Baza-Águilas, de nombre propio “Mimosa”, descansa en el Paseo de las Delicias oteando el horizonte tranquila, frente a la Playa de Levante desde 1967.
Es por esto que todos los que un día fueron niños, y probablemente ahora son padres, jugaron alguna vez a ser maquinistas y fogoneros dentro del monumento aguileño, así como a recorrer las traviesas imaginarias en medio de infinitas vías inexistentes. Porque desde 1970, el vasto monumento ferroviario luce en la localidad como uno más de los numerosos atractivos locales, promulgando con su tranquila ubicación que Águilas una vez fue un municipio sumamente ligado al ferrocarril.
Características técnicas
Fue construida en 1899 por Neilson en Glasgow (Escocia), para ser más tarde traída en barco hasta el Puerto de Águilas donde fue montada por los trabajadores que la Compañía Inglesa tenía en la localidad.
Tenía una potencia de 707 c.v., un peso de 82 toneladas en vacío, una capacidad de 11 m3 y llegaba a desarrollar una velocidad máxima de 85kms/hora.
Un poco de historia
Empezó a prestar servicio oficialmente el 1 de abril de 1890, cuando tuvo lugar la inauguración del ramal Almendricos-Águilas y el cierre del depósito de tracción vapor en Águilas, el 15 de noviembre de 1967, supuso el final de su vida errante. La bonita locomotora remolcaba trenes de viajeros y mercancías, enseres entre los que destacaban productos típicos de las zonas que recorría, como podían ser tomates, espartos, mármol y sobretodo los “yanquis”, vagones denominados así por su origen americano, que transportaban el mineral de hierro de la Sierra de Bacares en Almería, desde el cargadero de los Cano, hasta el embarcadero del Hornillo.
Con un número máximo de 6 trenes diarios de 12 vagones con 600 toneladas.
De transporte a monumento
La majestuosa locomotora fue capitaneada por numerosos maquinistas a lo largo de sus más de 70 años de viaje. El primero de todos ellos fue Vicente Jesús Soto, siendo el último Bartolomé Abellán Fernández.
En el verano de 1969, presidido por el entonces Director General de RENFE, Alfredos Les Florestán, se llevó a cabo el acto de la entrega oficial a la villa de Águilas de la locomotora, que no sería colocada en el pedestal que ocupa en la actualidad hasta la tarde del 10 de agosto de 1970.
Por tanto, son más de 40 años viendo a los aguileños crecer. Aguileños que, a lomos de sus curvas de hierro, se imaginaban partiendo hacia rumbos desconocidos.
Más de 40 años sobreviviendo a todos y cada uno de los visitantes que se han fotografiado con ella, y que han admirando, de este modo, la historia ferroviaria de nuestro pueblo.